Las hermanas clarisas de Palma están en plena faena elaborando centenares de tradicionales panades, robiols y panadesrobiolscrespells. Desde hace días, en el monasterio de Santa Clara, quince monjas de clausura preparan estos productos para ponerlos a la venta y avanzan los pedidos para el Sábado Santo, que les llegan a través del tradicional torno, pero también por WhatsApp.

Las clarisas son ejemplo de cómo la tradición pervive adaptándose a nuevos tiempos. Con mucha amabilidad, atienden los numerosos encargos, ya en persona a través del torno o por el correo electrónico clarisaspalmademallorca@yahoo.es, teléfono fijo 971 710061 o en el número de WhatsApp que ellas facilitan, un medio "que le va mejor a mucha gente" y que han incorporado desde hace unos años, comenta la madre abadesa, sor Catalina María.

En la cocina del monasterio, las empanadas de carne, las de guisantes y los robiols se van acumulando en bandejas. Los crespells tampoco faltan. Entre el pasado fin de semana y este lunes habrán vendido unas 80 bolsas de estos dulces. Para el próximo sábado, deberán hornear y preparar otras 120 bolsas y 302 empanadas. De entre ellas, las dulces son las que están teniendo más demanda. Las hermanas clarisas han recuperado una receta antigua de pasta dolça, de las que llevan elaboradas un centenar, explica sor Catalina María.

"Estamos trabajando juntas, en comunidad. Somos quince y las que saben más enseñan a las otras", añade la hermana. Los compradores ven estos productos como algo artesanal, pero las monjas de Santa Clara tienen presente su sentido religioso, afirma la madre abadesa.