La Defensora de la Ciudadanía, Anna Moilanen, ha emitido una nueva recomendación en la que exige al área de Educación del Ayuntamiento de Palma que solucione el exceso de ruido en los comedores escolares, después de constatar que se trata de un problema generalizado.

Moilanen asegura que los centros les han comunicado registros de sonido próximos a 85 decibelios con puntas de 100 dB en momentos de máxima ocupación del comedor, que es comparable al ruido de un tubo de escape de un coche.

Además, la Defensora cita estudios en los que queda demostrado que el exceso de ruido afecta al desarrollo cognitivo de los niños y a su comportamiento. Por todo ello, solicita la intervención municipal para mejorar la acústica de los comedores escolares. Es más, exige una "respuesta efectiva", basada en un estudio de la situación real en los centros educativos, y la "atención preferente" en aquellos que denuncien un problema, aplicando "la solución técnica más adecuada".