También están en campaña, pero no para que les voten, sino para exigir lo que los partidos de todos los colores prometieron y no cumplieron: el Parc de les Vies. La plataforma ciudadana creada hace 15 años por vecinos de los barrios de Son Forteza, Son Oliva y Son Fuster vuelve a activarse con el objetivo de que los programas electorales de las municipales "incluyan como prioridad este parque, que mide 35.000 metros cuadrados, tiene un proyecto ya aprobado y la unanimidad del pleno de Cort", tal como recuerda la presidenta de la plataforma, Àngels Fermoselle.

Cuando empezaron a moverse en 2004, Amina Cardiñanos tenía cuatro años. Ya es universitaria y la dejación de los políticos hizo que no pudiese jugar en una zona verde que aún es un descampado, como les ocurrió a las tres niñas que salen en una de las primeras fotos reivindicativas.

Tampoco podrán pasear por el parque Josep Munar ni Nofre Sastre (retratados en aquella imagen) porque murieron, como el perro Pulit, quien hubiese disfrutado olisqueando los muchos árboles previstos en la zona.

La plataforma no ha perdido la esperanza y en el primer debate electoral de los candidatos a Cort, celebrado el viernes en el centro Flassaders, tuvieron motivos para ello, porque los cabezas de cartel que asisitieron -todos menos el PP y Ciudadanos- mostraron su predisposición a impulsar este proyecto. "Es un deber ineludible y la única manera de compensar el estrangulamiento que sufren quienes residen junto al bucle de carreteras de la vía de cintura, la autopista de Inca y la calle Aragón, además del tren en superficie", enumera la portavoz.

El primer paso tiene que ser modificar el plan urbanístico para que el actual uso viario de esta parcela se transforme en espacio libre público. "Imagina que mañana sale una subvención europea para crear una zona verde. Palma no podría optar por no haberlo modificado, a pesar de contar con un proyecto de ejecución tras un concurso arquitectónico y una primera fase finalizada", tal como advierte Fermoselle. La reforma de las calles Jacint Verdaguer y Tomàs Luis de Victoria son esa primera obra de la que habla y "fue vital debido a que supuso la creación de un tapón que impidió la entrada de 20.000 vehículos diarios, como se pretendía en la legislatura de Catalina Cirer tras el soterramiento de un tramo de las vías del tren de Inca", recuerda la activista ciudadana.

"Ahora queda la parte de arbolado junto a Son Forteza Nord, que permitirá crear un gran corredor verde y un paseo desde el parque de ses Estacions hasta Son Fuster", comunicando "de forma amable y ecológica" el centro con los barrios periféricos, que "históricamente siempre han sufrido el maltrato y olvido de las administraciones", afirma quien lamenta "la facilidad que hubo para aparcar un compromiso de todos los partidos políticos".

La campaña más larga

Fue un acuerdo logrado tras una continua movilización vecinal, la campaña ciudadana más larga que se ha producido en la época reciente de esta ciudad, y empezó durante el mandato de Cirer para impedir que Jacint Verdaguer se convirtiese en una nueva calle Aragó. "Con la excusa de quitar coches de allí, querían construir otro acceso desde la autopista de Inca, pero los coches son como el agua, que ocupan todo el espacio que les otorgues". Empezaron en julio de 2004 con una asamblea vecinal y la creación de pancartas; en octubre iniciaron una recogida de firmas y en 2005 siguieron con reuniones, asistencia a los plenos, actividades reivindicativas, etc., hasta una masiva manifestación al año siguiente y más actos de protesta, serios y lúdicos -como diversas performances-, que no hicieron cambiar de opinión a quienes gobernaban.

Tras el cambio de color político en 2007 y Aina Calvo al frente de Cort, la plataforma del Parc de les Vies logró paralizar el proyecto viario, aunque la campaña siguió para conseguir ahora el ansiado parque. Fue aprobado y ejecutada la primera fase, pero llegó la crisis y las elecciones, que dieron paso a Mateo Isern, y el proyecto quedó guardado en un cajón. El tesón de los vecinos ha hecho reactivar su reivindicación para que se incluya en los programas electorales.