La expansión del bar Bosch alcanza la primera línea del Molinar. El negocio familiar de los Flexas se descentraliza y apuesta por una de las zonas de mayor inversión, sobre todo, de capital extranjero.

Nada ha trascendido por el momento de los detalles de un inminente negocio que conforme a los letreros que se han colgado en los escaparates del local se alía a Murmui. Todo indica que se va a abrir una heladería enfrente del club Marítimo del Molinar, actualmente en reforma para dar cabida al proyecto de la Autoridad Portuaria de Balears del nuevo puerto.

En los últimos años, el popular bar ha ampliado su oferta, primero con la apertura en su piso superior de un restaurante, y recientemente con un hotel de ciudad que está teniendo muy buena acogida. La futura 'heladería Mediterránea' supondrá la primera incursión fuera de la plaza de las tortugas, la de Joan Carles I, que hacen los Flexas.

Nofre Flexas, su propietario, ya confirmó a este diario que habían recibido ofertas tentadoras para quedarse con el negocio que lleva en manos de la familia desde 1975.

"La respuesta es siempre la misma. Tengo dos hijos y aquí hay pan para todos", expresó Nofre Flexas.

Él le compró el famoso bar, aupado por la clientela local y también por los turistas gracias, entre otros, a la famosa llagosta, el llonguet con tomate restregado, aceite y sal.

El Bosch se abrió ante del inicio de la guerra del 36 de la mano de Jaume Bosch, un gran cocinero. Entre sus clientes, el pintor Joan Miró y Henry Kissinguer.

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