La demolición del bloque VIII de Corea se realizará después de las elecciones del 26 M. La junta de gobierno municipal aprobó ayer el esperado derribo con el fin de crear un gran espacio público junto a las viviendas sociales de Camp Redó. Los trabajos en el edificio de la calle Infant Pagà 23, que había sido okupado hasta hace poco, no se iniciarán "hasta dentro de dos meses", tal como calcula el regidor de Urbanismo, Vivienda y Modelo de Ciudad del Ayuntamiento, José Hila, porque las obras tienen que ser licitadas a una constructora y, además, la compañía eléctrica Endesa debe retirar el cableado, que no solo afecta al inmueble municipal que será demolido.

La ejecución tiene un coste de 48.000 euros y, cuando el edificio se transforme en un solar vacío, "se incorporará al proyecto de la concejalía de Infraestructuras para mejorar el espacio urbano del barrio" de Camp Redó y que también incluye la parcela que quedó del derribo del antiguo bloque XIII, recordó José Hila. Precisamente, otra aprobación de Cort ayer fue la adjudicación a la empresa Aglomsa de las obras de reurbanización del entorno de este bloque y la adecuación del solar. En concreto, se reparará y mejorará el pavimento, las aceras y demás infraestructuras que lo necesiten por un importe de casi 200.000 euros.

Durante la actual legislatura, la inversión municipal en Corea ha ascendido a 1,2 millones de euros en ayudas a 33 comunidades de vecinos para mejorar las fachadas y zonas comunes.

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