Más de 1.700 personas quisieron sumar esfuerzos ayer en la IV Marxa per la Igualtat Nordic Walking Ciutat de Palma, organizada por el Institut Municipal de l'Esport. Hubo quien completó la caminata por el mero placer de andar, otros para reivindicar a la mujer en el deporte, pero también hubo quienes marcharon en representación de aquellos colectivos que son minoría o vulnerables.

El punto de partida fue la plaza de Cort. Allí se congregó gente de todas las edades y condiciones físicas. La mayoría iban bien equipados con sus bastones de nordic walking, pero muchos también marcharon sin ellos, incluso vestidos con ropa de calle (si participaste, búscaste en la galería de fotos)

"Luchamos por los derechos de todos, de las minorías y de los más vulnerables", declaró Susanna Moll, teniente de alcalde de Educación y Deportes, poco antes de iniciar la marcha hasta Platja de Palma.

Tras la última edición, en la que la lluvia desanimó a más de un millar de inscritos y la marcha contó solo con 600 personas, ayer el buen tiempo acompañó e hizo sudar a los numerosos marchadores que caminaron por la primera línea de playa. Por primera vez, se daba la posibilidad de completar distintas distancias, la menor de ellas, desde la plaza de Cort hasta la playa del Molinar, un recorrido de 3,5 kilómetros. La última meta estaba situada en el Palma Aquarium, después de 11 kilómetros.

La llegada y sorteo de regalos tuvieron lugar en el aparcamiento junto al acuario. Allí, los participantes se pudieron refrescar, reponer fuerzas y relajar músculos con la clase dirigida por monitores de nordic walking. La asociación de vecinos de La Indioteria hizo una demostración de hip hop.

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