La Policía local de Palma puede tener un déficit claro de efectivos. Su plantilla no se ha incrementado en los pasados años, en los que no se ha producido ninguna convocatoria de plazas desde el año 2012 que resuelva el problema de falta de personal para garantizar la seguridad de los ciudadanos de la ciudad y de los miles de turistas que la visitan cada día.

Esta condición atípica hace que la plantilla consistente en casi 800 efectivos pueda cubrir los criterios orientativos planteados por el Govern en el Decreto 28/2015, que solicita que haya 1,5 policías por cada mil habitantes. En la actualidad, casi 2 policías por cada 1000 habitantes defienden la seguridad ciudadana, lo que es considerado por representantes policiales como "suficiente" para cubrir las necesidades de actividad actuales. Aún así, el real decreto 1449/2018 del pasado mes de diciembre abre la posibilidad de que los policias locales se jubilen antes de tiempo, pudiendo poner en entredicho la fina estabilidad de la que se goza.

El problema de las jubilaciones a corto plazo

Con todo, la situación deficiente actual que afecta a los policías locales de Palma se puede ver perjudicada por la posibilidad de que hasta 130 efectivos se jubilen a corto plazo, debido al envejecimiento de sus integrantes y a la opción de jubilación anticipada a la que podrán acogerse según la nueva normativa del pasado mes de diciembre. La posible reducción de hasta un 20% de la plantilla no ha tenido respuesta estos últimos años pero tampoco parece que vaya a hacerse en un corto espacio de tiempo. El único movimiento de los últimos timpos a este respecto ha sido la incorporación de 96 agentes a las filas locales, aunque simplemente ha cambiado su condición de interinos hasta obtener plaza fija, sin que represente ni un solo polícia más para el cuerpo.

Cualquier iniciativa que se plantee, y en estos momentos no hay ninguna a la vista, necesitaría de un plazo de tiempo mínimo de 2 años, desde la convocatoria de plazas hasta que se formen los agentes, lo que representa la amenaza real de que se reduzca sustancialmente el número de efectivos sin que haya tiempo a restituirlos, alterando la delicada estabilidad que existe. Angélica Pastor, regidora del Área de Seguridad Ciudadana aboga por "la necesidad de que se levante el techo de gasto para poder ampliar las plantillas de policías locales, cuando se levante automáticamente sacaremos las plazas necesarias". Mientras tanto, la problemática podría acrecentarse en cuanto los policías de mayor edad se acojan a la jubilación anticipada.

La solución al turismo: bolsa de horas

Por otro lado, la realidad presenta una fotografía diferenciada entre la temporada baja y la alta. Si los últimos datos del censo presentan una población de unos 410.000 habitantes, lo cierto es que se estima que en temporada alta se pueda incrementar dicho número hasta más del millón, entre turistas y visitantes. El incremento de los turistas llegados al aeropuerto de Palma se ha producido en más de un 20% en los últimos 4 años y el de los cruceros y barcos de línea en más de un 30% en el mismo período de tiempo, mientras que el número de efectivos policiales se ha estabilizado, la conclusión es clara: existe un claro déficit de policías en temporada alta en Palma. Ante esta problemática, el la Junta de Gobierno ha creado una "Bolsa de Horas Voluntarias" de la Policial Local de Palma, destinada a que los policías se ofrezcan a realizar horas laborales para cubrir las necesidades especiales derivadas de la temporada alta. Esta iniciativa se desarrolló con éxito en las campañas del 2017 y 2018, en el que se cubrieron hasta 23.712 horas efectivas.

Lo cierto es que, lejos de ser una solución efectiva al problema, la creación de esta bolsa representa un 'parche' temporal a una situación grave de déficit de efectivos, y que ha recibido críticas por los sindicatos policiales al haberse sustituido las horas extraordinarias por esta bolsa de horas voluntarias, que, al no representar la satisfacción de un esfuerzo extraordinario (la temporada alta se entiende como habitual), se retribuyen en menor cuantía que dichas horas, en perjuicio de los efectivos.

Está claro que, lejos de presentar una situación estable y controlada, el incremento del turismo y la posible reducción de efectivos por la jubilación anticipada representan un riesgo potencial en los próximos años en cuestión de seguridad local para todos los ciudadanos de Palma.

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