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Son Xigala, el centro de día de nunca acabar

La plataforma de vecinos del barrio exige al Ayuntamiento que reinicie cuanto antes las obras del equipamiento paralizado la pasada legislatura

El equipamiento público está entre las calles Florència y Sebel·lí, en el barrio de Son Xigala. daniel collada

La construcción del edificio comenzó hace una década, en la legislatura de Aina Calvo como alcaldesa, y se paralizó en la de Mateo Isern. Durante este mandato, el gobierno del Pacto anunció que retomaría la ejecución de las obras. Esta semana se cumple un año de la promesa y ahí sigue sin un ladrillo más el inmueble que debe ser destinado a acoger un centro de día para gente mayor con dependencia del barrio de Son Xigala y otras zonas del entorno.

El primer piso, donde se ubicará un centro municipal de Servicios Sociales, estaba prácticamente acabado, pero los actos vandálicos y robos que se han producido lo han destrozado. Han roto cristales de ventanas y han sustraído sanitarios y otros elementos de los baños, y gran variedad de material que los ladrones cargaban en una furgoneta. La plataforma de vecinos de Son Xigala exige al equipo de gobierno que inicie las obras cuanto antes para evitar que el equipamiento público siga siendo asaltado y lograr que finalmente tenga un uso.

Aumento de costes

Está situado entre las calles Florència y Sebel·lí, mide casi mil metros cuadrados -460 cada planta- y el presupuesto total ascendía a 847.000 euros, que se repartían en 357.000 destinados al centro de día para dependientes (pagados por la conselleria de Servicios Sociales del Govern) y 490.000 para el centro municipal. Sin embargo, debido a los robos y el vandalismo, "los técnicos han comprobado que está mucho más deteriorado de lo inicialmente previsto, por lo que el proyecto de ejecución ha tenido que hacerse otra vez", según informaron desde el Ayuntamiento.

Finalizar el edificio tendrá un sobrecoste de 177.000 euros, que se sufragará con fondos de la Ley de Capitalidad de este año. Tras el nuevo proyecto arquitectónico y la redacción de los pliegos para adjudicar las obras, actualmente se está tramitando la licitación a una constructora, por lo que el área de Bienestar Social calcula que la ejecución no comenzará hasta dentro de varios meses, es decir, la próxima legislatura. La duración estimada de los trabajos es de nueve meses, por lo que si esta vez se cumplen los plazos, el equipamiento podrá abrir sus puertas en 2020.

Estas obras consistirán en cerrar y adecuar la planta baja para albergar el centro de día, arreglar las zonas y elementos destrozados del primer piso, acondicionar toda la fachada y cerrar la parcela, que tiene forma triangular y linda con un solar municipal que ahora es un descampado.

Personas vulnerables

El futuro centro municipal ubicado en la primera planta permitirá acercar los Servicios Sociales del Ayuntamiento a los barrios de Son Xigala, Son Rapinya, Son Ximelis, Son Roca, la Vileta y Son Peretó. Actualmente, las personas en situación de vulnerabilidad social de estas zonas deben desplazarse hasta el centro Mestral, que se encuentra en Santa Catalina. Durante esta legislatura, Cort ha abierto un centro de estas características en Son Gotleu.

Asimismo, la conselleria del ramo y el consistorio han abierto los centros de día de Son Ferriol, sa Indioteria y la travesía de Jesús y se ha traspasado al Ayuntamiento la gestión de los equipamientos de Son Sardina, Son Dureta y el Coll d'en Rabassa. Sin embargo, el de Son Xigala se hace esperar.

Solares abandonados y edificios fantasma degradan el barrio

'El Barrio', escrito en enormes letras de color azul, ocupa toda una fachada de la planta superior de un edificio abandonado frente al equipamiento municipal sin acabar. La construcción iniciada en los años 90 y que iba a ser una superficie comercial situada en la calle Sebel·lí tiene otros muchos grafiti, ha estado okupada varias veces y cualquiera puede acceder a su interior, a pesar de que fue precintada recientemente por la Policía Local tras las advertencias vecinales. El inmueble pertenece ahora a una entidad bancaria y es uno de los quebraderos de cabeza de los residentes de la zona junto con el edificio fantasma público y diversos solares abandonados de la tranquila barriada.

El de la calle Florència es el caso más sangrante para la plataforma de vecinos de Son Xigala, ya que "la cimentación y la estructura de las columnas llevan así cuatro o cinco años", explica el presidente de la entidad, José Luis Vega, que lamenta esta "degradación en un barrio residencial con fincas en las que hay viviendas de hasta dos millones de euros". La parcela era municipal y Cort la cedió en 2007 a la asociación Asnimo para que construyese un centro docente de formación ocupacional, además de una residencia para personas con síndrome de Down.

Otro solar, también público, que a final de año dio problemas a los vecinos fue el situado justo al lado, debido a que no estaba bien cerrado y numerosos dueños de perros lo usaban irregularmente como 'pipican'.

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