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Pluviometría

Las reservas de los embalses bajan un 7% y la primavera será preocupante si no llueve

El volumen de Cúber y el Gorg Blau asciende a 7,4 millones de metros cúbicos, el 62,3% de su capacidad, y suministran agua a diario a la ciudad

Imagen de archivo de Cúber lleno a finales de marzo del año pasado.

La falta de lluvias durante todo el invierno ha hecho descender un 7% las reservas de agua de los embalses que abastecen Palma, Cúber y el Gorg Blau. El volumen actual llega a los 7,4 hectómetros cúbicos, lo que supone un 62,3% de su capacidad, frente al 69% del mismo periodo del año pasado, tal como informó ayer la empresa municipal Emaya. Estos más de siete millones de metros cúbicos de agua están siendo utilizados para suministrar continuamente líquido potable a la ciudad, junto con el de los pozos municipales. Sin embargo, la empresa pública apenas realiza ahora extracciones de las fuentes por la prolongada falta de lluvias.

Si esta situación de sequía en la isla se mantiene, "la primavera será preocupante", advirtieron. Por el momento, "las reservas se encuentran garantizadas gracias a la buena temporada de lluvias que se produjo en otoño", por lo que se ha ido aprovechando ese caudal. Cuando la meteorología era propicia para llenar embalses y acuíferos y para que brotasen las fuentes, Emaya daba prioridad al abastecimiento de Ciutat con los manantiales, porque permitían aumentar las reservas de los otros dos recursos hídricos mientras los palmesanos se nutrían con el agua de los surtidores. Esto es lo que hizo durante todo el otoño, en el que "hubo momentos donde el 90% del líquido provenía de las fuentes", indicaron en referencia a las tres de Palma: d'en Baster, la Vila y Mestre Pere, con un nivel máximo de caudal de 540 litros por segundo.

Debido a este ahorro, "todavía no es preocupante la situación de las reservas, pero sí la de lluvias", advirtieron desde la empresa del Ayuntamiento. Ahora se extrae el agua de Cúber, el Gorg Blau y los acuíferos, que no se renovarán hasta que vuelva a llover, algo que no se prevé a corto plazo.

Un anhelo de Emaya es que se repita lo que ocurrió a finales de marzo del año pasado, cuando en solo dos días llovió tanto que los embalses pasaron del 70% al 98% de su capacidad. Sucedió durante el último fin de semana del mes y propició la recogida de más de tres millones de metros cúbicos de agua entre ambos. El volumen se incrementó en un 28%, es decir, el mismo nivel alcanzado en los tres meses anteriores, debido a que la pluviometría alcanzó los 290 litros por metro cuadrado en la Serra de Tramuntana.

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