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Flor de ciudad

Más autobuses y menos aparcamientos

Más autobuses y menos aparcamientos

Ha pasado la legislatura y todavía estamos esperando esa nueva flota de autobuses públicos que prometió el gobierno del tripartito de izquierdas. Tras muchos aplazamientos, en diciembre se anunció que llegarían este año de forma escalonada, palabra que termina en nada. Con la presión de acumular hasta el día de ayer todos los anuncios electorales, resúmenes autocomplacientes, y las escasas inauguraciones (¡qué tiempos aquellos en que se llegaba al final de un mandato con cosas que inaugurar!) por mor de las próximas generales, lo que sí le ha dado tiempo al consistorio es de proclamar la próxima construcción de siete aparcamientos en Palma, cuatro de ellos subterráneos y tres en la periferia de carácter disuasorio. Como lo leen: disuasorio. Para disuasión, la de poder tomar uno de los autobuses de la EMT que no acaban de llegar.

No sé de qué hablamos cuando hablamos de un transporte ecológico y eficiente. Invitar a 2.288 nuevos vehículos a meterse en la ciudad (son los que cabrán en los nuevos parkings de la calle Metge Josep Darder, plaza Progrés, Avenidas y plaza de Toros) y decir que se hace para "reducir el número de coches que circulan por Palma" suena a paradoja. Construyen más aparcamientos mientras se renuncia a mejorar el transporte público "para frenar la fuerte dependencia del vehículo privado", afirmó el alcalde Noguera, mientras que el exalcalde Hila se explayaba sobre el "trabajo transversal tendente a la movilidad sostenible". ¿En serio? Los buses de la EMT son viejos y sus frecuencias claramente insuficientes, en especial por las noches y los fines de semana. Quienes se vanaglorian del dineral que ha ganado la sociedad de aparcamientos municipales, con unas tarifas que suponen un auténtico atraco a los ciudadanos desesperados, ya ni se atreven a pronunciar la palabra tranvía.

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