La modernización del alumbrado público de la ciudad ha propiciado una disminución de la emisión 3.282 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que equivale a la siembra de 182.328 árboles.

Además de los beneficios medioambientales la paulatina sustitución de instalaciones obsoletas por la implantación de luminarias más eficientes y con menos consumo ha propiciado también un ahorro de la factura eléctrica que, según el concejal de Infraestructuras, Rodrigo Romero, ahora es de 2,7 millones anuales, pero que puede alcanzar los 3,5 millones cuando se haya intervenido en las seis barriadas que faltan y se haya adjudicado el nuevo pliego del servicio.

Romero explicó que, desde 2016, se han invertido más de 17 millones de euros en la mejora de la eficiencia energética de todos los barrios de la ciudad. Este proyecto, financiado en un 50% con fondos FEDER de la Unión Europea, prevé una inversión de 21,7 millones y debe ejecutarse entre 2014 y 2020. Si solo se tienen en cuenta las actuaciones realizadas a lo largo de 2018, se han instalado 3.852 puntos de luz con tecnología Led y 1.847 de luz de descarga, a los que también se les ha ajustado la potencia.