"Emili Darder, Antoni Mateu, Alexandre Jaume y Antoni Maria Ques sobraban. Eran hombres influyentes y capaces, con ganas de mejorar el país y avanzar. En una palabra, desentonaban con la marcha militar porque sus notas eran alegres, reivindicativas, progresistas, modernas y libres. No dejemos que esas notas dejen de sonar", reclamó ayer la dramaturga Carme Planells en su manifiesto.

Lo leyó en el Mur de la Memòria del cementerio ante más de 200 personas y arrancó numerosos aplausos cuando recordó que "por un escrito te llevan a prisión, un escrito, un tuit, una canción, un rap... No hablo de los tiempos oscuros del franquismo, sino de los actuales", destacó la coautora de la obra Llum trencada, por la que ha ganado el premio Ciutat de Palma de Arts Escèniques de este año.

El homenaje a los fusilados el 24 de febrero de 1937, entre ellos el alcalde Darder, tuvo conexiones continuas con el momento político actual, que "quiere volver 40 años atrás", en palabras del alcalde, Antoni Noguera, quien incidió en que existen "opciones que pretenden hacer de la ignorancia, el estereotipo, el prejuicio, el racismo y el machismo un espacio político en 2019. No lo podemos permitir, porque estos son los ingredientes del fascismo y se tiene que decir claro", afirmó el primer edil.

Por ello, Noguera resaltó que "el mejor homenaje que se puede hacer" a los cuatro asesinados el 24-F "y a todas las personas que murieron para defender la democracia es que nosotros mismos seamos los mejores comerciales de la democracia, que luchemos por ella con una sonrisa de progreso y felicidad".

El acto para conmemorar el Dia del Record de les Víctimes de la Guerra Civil y del Franquisme se inició con una polifonía vocal del grupo Sonasò, que interpretó un repertorio de canciones típicas del Mediterráneo. Tras la lectura del manifiesto de Carme Planells, el historiador Antoni Marimon habló en nombre de los familiares de los fusilados el 24-F y concluyó que lo sucedido debería servir para que no vuelva "un futuro de tinieblas e ignorancia".

Siguieron los parlamentos de la presidenta de Memòria de Mallorca, Maria Antònia Oliver, aplaudida al pedir "que se derribe sa Feixina"; el alcalde de Inca, Virgilio Moreno; la consellera de Cultura, Fanny Tur; y el alcalde Noguera.

Sonó la Balanguera durante la ofrenda posterior y el homenaje finalizó a pocos metros de allí con la inauguración de una escultura titulada l'Arbre de la Memòria, en el lugar donde se piensa que se encuentra la fosa común en la que enterraron a las víctimas.

El día anterior, se realizó un homenaje a Aurora Picornell y las 'roges' del Molinar, también fusiladas por los golpistas, con el descubrimiento de una placa con una inscripción de recuerdo en el muro del edificio de la Petrolera, frente al puerto del Portitxol.

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