Belén Álvarez Cardona nació en Eivissa en 1977. Conoce bien los estragos que sufren sus habitantes por ser un destino turístico de primer orden. Desde 1999 reside en Palma; los últimos diez en el barrio de Canamunt, que ahora representa como presidenta de la asociación vecinal. Percibe rasgos similares a los que vivió en su isla natal.
"He perdido la cuenta de los hoteles que se han abierto o se van a abrir pese a la moratoria. Los edificios que se arreglan no se destinan a personas del barrio porque no se lo pueden permitir. No estamos en contra del turismo, sino de un modelo que rompe el equilibrio entre residentes y turistas. Y el alquiler vacacional se sigue haciendo en el centro de Palma pese a la prohibición", enumera esta profesora de Biología en el IES de ses Estacions.
P El 1 de marzo, ¿12 familias podrían perder su casa en sa Gerreria?
R Sí; es inadmisible. Hay cincuenta viviendas que son de una gran empresa y en esos tres bloques que tenían precio protegido, y según la ley, deben tenerlo durante 30 años, nos encontramos que aquí en sa Gerreria se rescinde la protección a los diez años. Nos hemos reunido con las familias, que son personas con discapacidad, ancianos, pensionistas, trabajadores con niños, familias monoparentales que de pagar alquileres de 400 a 500 euros al mes, se les ha llegado a pedir 1.200 y ahora lo dejan en 800-850 euros mensuales. La Oficina Antidesahucios está mediando pero parece que no hay muchas posibilidades.
P ¿Hasta dónde va a llegar su apoyo?
R Lo denunciaremos hasta el final. Ahora el Ayuntamiento entiende que a los diez años, este alquiler protegido no se puede parar y son los que han puesto en marcha la mediación de la Oficina Antidesahucios.
P El otro día, la Policía Nacional aporreó a una familia desahuciada y a quien les apoya en Can Capes. ¿Llegarán los palos a Canamunt?
R Es lamentable. Puede que lo veamos también aquí. Aún no nos hemos planteado qué haremos.
P¿Ha dicho que el alquiler vacacional se sigue practicando en su barrio?
R De extranjis, pero sí; les ves con sus maletas, preguntando direcciones concretas, perdidos. No preguntan por un hotel sino por un piso.
P ¿Les denunciáis?
R Les decimos que está prohibido, les informamos. La prohibición está muy bien pero faltan recursos; los inspectores no dan a basto.
P El alcalde que apoyó la moratoria, imputado por prevaricación. ¿Qué opina?
R ¡Para una medida valiente de Antoni Noguera y le inculpan! Estoy sorprendida. La decisión de la jueza es desproporcionada.
P ¿Se apunta a la Crida per Palma de Manel Domènech?
R ¡Claro! Le admiro y coincidimos en muchas ideas políticas.
P Usted no es del barrio y se ha comprado un piso en Canamunt. ¿Se lo echan en cara?
R No; yo pude comprar mi piso que siendo caro, era asequible para un perfil profesional como el mío. Hoy sería imposible. Esa es la gran diferencia. Que Canamunt se está convirtiendo en algo muy distinto a un barrio para residir en él porque alquileres y ventas de pisos no están al alcance de casi nadie. Soy de la primera gentrificación, ¡ya hablamos con jerga de guerras! (risas), que fue cuando se expropió sa Gerreria para hacer los juzgados y se trasladó a los gitanos, prostitutas y entramos nuevos vecinos que compraban casas, pisos.
P Sigamos con la guerra. ¿Y ahora?
R Ahora estamos en la segunda gentrificación, donde solo alquilan o compran pisos extranjeros con niveles económicos altísimos. El incremento de los alquileres es de un 60 por cien, es decir, unos 500 euros al mes. Estas subidas están provocando la huida de la gente del barrio. Se está produciendo una cierta despoblación por los alquileres y porque el barrio ha perdido comodidad: bares, ruidos. A ver, queremos un barrio vivo pero queremos poder vivir.
P ¿La asociación vecinal de Canamunt es el Fuenteovejuna de Palma?
R Somos herederos del 15M, yo estuve en la plaza, y creo que se supo aglutinar a gente muy creativa procedente del mundo de la cultura con funcionarios municipales que conocen muy bien el funcionamiento burocrático. Eso posibilitó medidas ingeniosas y nos dio visibilidad mediática.
P ¿Como Sant Rescat?
R ¡Por ejemplo!
P ¿Qué le va a pedir al santo para que les rescate?
R Que deje de convertirse en un parque temático. Y que desde el Ayuntamiento cumplan con la medida de apoyar la creación del Observatorio de la Gentrificación, en la que estamos implicadas las ocho asociaciones del Distrito Centro y Palma XXI. Hacen falta indicadores de población, de sus niveles económicos, el perfil profesional, el número de plazas turísticas. Con el análisis sabremos de verdad si hay gentrificación en Canamunt y se podrán tomar medidas para que todo el mundo pueda vivir en él. Cort se ha comprometido a sacar adelante este 2019 su creación.
P ¿Qué espera del nuevo ejecutivo?
R Que siga ¡a saco! con la moratoria de hoteles y la prohibición del alquiler turístico en plurifamiliares.
P ¿Cuál puede ser peor pronóstico para Canamunt?
R Que la gente ni quisiera vivir ni pudiera vivir aquí.
P Hay quien tilda de extremados a los de Ciutat per qui l'habita.
R Tengo la bandera amarilla en mi balcón.
P ¿Es 'llongueta'?
R No, aunque tengo simpatía por el movimiento de Orgull Llonguet.
P ¿Ha visto el documental 'Overbooking'?
R No, ¡aún no!
