Unos treinta vecinos de Ciutat Jardí y el Coll d'en Rabassa denunciaron ayer vertidos al torrente Gros. "Desde las 11 de la mañana el agua bajaba negra, con un importante caudal y un olor fétido, insoportable", indicó Juan García, residente en el Coll. Por su parte, Emaya aseguró que no había "ninguna incidencia en la depuradora" y que el mal olor podría proceder de la acumulación de algas y cañas.

Los vecinos están en alerta. No es la primera vez que ocurre. "La depuradora se ha colapasado, seguro; es un clásico", recordaron. Llamaron al 112 para informar de este nuevo vertido de aguas fétidas al torrente y de ahí al mar. Una portavoz de Emaya confirmó que se pedirá al Servei de Platges que compruebe si la acumulación se debe a otras causas.

El año pasado, en Ciutat Jardí se se izó en 28 ocasiones la bandera roja lo que provocó las protestas de los residentes. Ayer ya se temían lo peor: "No vamos a poder nadar en la playa".