La empresa que alquila pisos colmena en Barcelona y París pretende implantar en Palma un alojamiento similar, aunque un poco más amplio, de seis metros cuadrados frente a los dos de los polémicos habitáculos. Haibu 4.0 tiene la intención de "transformar en unos 40 dormitorios un local de 500 metros cuadrados situado en un lugar céntrico de la ciudad", según afirma Eddie Wattenwil, uno de los socios de la compañía. "La mitad del espacio será para zonas comunes y los 250 metros cuadrados restantes se destinan a habitaciones de 2,45 x 2,45 metros por otros 2,10 de altura", por lo que los inquilinos podrán ponerse de pie, a diferencia de los cubículos extendidos en Japón y que ya han llegado a Europa.

Tras analizar el mercado local, los impulsores creen que el perfil del cliente en la capital balear es el de una pareja que trabaja en el sector turístico y que reside en la isla durante la temporada alta, pero no puede pagar las elevadas rentas de las viviendas en alquiler. De ahí que su idea sea ofrecer dormitorios con camas dobles y aseos particulares. Todavía no hablan de precios, aunque en Barcelona solicitan 200 euros al mes por una cama en un habitáculo de dos metros, además de agua, electricidad, wifi, limpieza de las zonas comunes, aire acondicionado y gastos de seguridad.

Haibu 4.0 ha enviado el proyecto al ayuntamiento de Palma y está a la espera de que respondan. "Si no lo aprueban, lo presentaremos en otro lugar, pero consideramos que es una buena propuesta, una solución temporal en una isla donde las condiciones de acceso a la vivienda son muy exigentes", destaca Wattenwil, que también tiene en mente Ibiza y Formentera para implantar sus habitáculos.

Una habitación de seis metros cuadrados como las que planean alquilar en Ciutat.

Respecto al local analizado en Palma, "cuenta con aseos, duchas y aire acondicionado, además de dos salidas de emergencia, por lo que la adaptación será más fácil", añade. Las habitaciones también "se pueden adecuar al cliente, ya que si es una persona en vez de una pareja, puede colocarse una cama y un sofá; o una litera si se quiere compartir habitación para pagar menos", sugiere el fundador de Haibu, palabra que significa colmena en japonés.

Solución temporal

"No queremos que los cubículos sean las viviendas del futuro, sino una solución temporal, por lo que las administraciones deberían adaptar su normativa urbanística a esta nueva situación", afirma en referencia al "limbo legal" en el que se encuentran los habitáculos en locales. "Si hay tantos locales vacíos y, al mismo tiempo, gente que necesita un espacio pequeño para dormir, ¿por qué no se van a poder aprovechar esos lugares?", se pregunta.

En el caso concreto de la isla, Wattenwil ve "incomprensible que haya viviendas para turistas pero no para trabajadores. Haibu ofrece una alternativa hasta que los políticos o el propio mercado solventen el problema". Mientras tanto, no descarta implantar en el futuro los pisos colmena de dos metros cuadrados, debido a que "en las grandes ciudades ya hay gente trabajadora durmiendo en la calle porque no tiene para pagar una habitación y puede acabar ocurriendo en Palma.