La nueva ordenanza municipal que regula la tenencia de animales de compañía (considerados ahora como "de familia") prohíbe tener más de tres mascotas (perros, gatos y similares) en una vivienda plurifamiliar y más de cinco en el caso de que se trate de una casa. El incumplimiento de esta nueva norma, se incorporará como falta "muy grave", con sanciones que van de los 1.500 a los 3.000 euros.

En el caso de que en estos momentos en una vivienda convivan más animales de los permitidos, su número se podrá mantener, aunque se deberá solicitar, en el plazo de seis meses tras la aprobación definitiva de la nueva norma, una autorización expresa al Ayuntamiento. El texto, aprobado en la junta de gobierno celebrada ayer como proyecto de nueva ordenanza, incrementa hasta un mínimo de 750 euros las multas que se pueden imponer a los propietarios si no recogen de la calle los excrementos de las mascotas o si no diluyen con agua sus orines.

Este último precepto se ha incorporado en el texto por ser, según la teniente de alcalde de Ecología, Bienestar Animal y Agricultura, Neus Truyol, "una demanda social".

Si bien esta conducta sigue estando calificada de grave, se ha modificado la cuantía de las sanciones actuales, por lo que se incrementa de 300 a 750 euros la cuantía mínima, aunque puede llegar hasta los 1.500 euros en caso de reincidencia.

Según Truyol, la nueva norma incorpora también varias novedades en relación a la que está en vigor en estos momentos, que data de 2004, con el fin de garantizar el bienestar animal. De esta forma, todos los gatos que tengan acceso a la calle deberán estar esterilizados.

También deberán castrarse los perros que vivan permanentemente en fincas rústicas, además de los animales potencialmente peligrosos que no vivan en un albergue o en un centro de cría debidamente autorizado. Igualmente, todos los animales que salgan de Son Reus para ser adoptados serán esterilizados.

También se incrementan las medidas para evitar el comercio ilegal, prohibiéndose el intercambio no monetario de animales al margen de los comercios, ferias y mercados legales. Tampoco se podrá anunciar la venta o intercambio de animales en la vía pública.

La norma desarrolla también la regulación de las colonias felinas (en estos momentos hay un centenar en Palma) y se incorpora el término de "gato salvaje"-.

Se mantiene la prohibición de dar de comer a los animales en la vía pública, al igual que la de criar animales de corral (gallinas, palomas, ovejas, caballos, cerdos, y vacas, entre otros) en las zonas urbanas. También se prohíbe la circulación por los espacios públicos de animales exóticos y feroces.