Facebook se originó para poner en contacto a universitarios y se expandió con los 'amigos' reales y virtuales, Instagram empezó con fotografías y Linkedin se centró en el ámbito profesional. Todas las redes sociales buscan crear una comunidad, aunque ninguna de las conocidas está dirigida a las más cercanas, los vecindarios y barrios, pese a que "la vida local y las cuestiones cotidianas, las que afectan al día a día, son dos de los aspectos que más influyen en la felicidad de las personas", afirma Joana Caminal, la responsable de Nextdoor en España.

La nueva red social lleva solo cinco meses en el país y ya cuenta con cerca de 2.000 barrios activos, de los que seis se encuentran en Palma. El Molinar -con casi 70 miembros-, Cort, la Catedral, la zona del Mercat, Son Oliva y Sant Agustí son los primeros que se han apuntado a esta iniciativa que pone en contacto a residentes con una aplicación móvil o mediante la página web de la empresa.

El objetivo no es solo acercarlos virtualmente, sino "que tengan una relación en la vida real", según la portavoz. Y en Ciutat algunos vecinos han organizado a través de Nextdoor "grupos para hacer caminatas, tomar un café, hablar sobre problemas del barrio, como por ejemplo robos, y participar en la campaña contra la soledad que impulsa la red social bajo el título Mi puerta está abierta", detallan desde la compañía.

Todo comenzó a finales de año, cuando estos vecinos recibieron cartas en sus buzones sin ningún remitente y en cuyo remite se lee: "Para nuestros vecinos de..." y la zona en cuestión, con la dirección de cada vivienda. En el interior, el saludo "¡Hola vecino de la calle...!" precede a la explicación de una nueva aplicación web "privada y gratuita llamada Nextdoor".

Tras animar al destinatario a unirse, la misiva detalla que con este sistema pueden "compartir recomendaciones, hablar sobre problemas de seguridad y locales, organizar eventos, vender un producto de segunda mano, buscar canguros, pintores, personas de la limpieza y mucho más!" Todas las cartas "son enviadas a petición de los vecinos interesados con una opción que ofrece la red social para poder empezar a crear una comunidad en su entorno, ya que Nextdoor pide un mínimo de diez inscritos con el fin de activar un barrio", explica Caminal.

Fundada en EEUU en 2011, donde está muy extendida, llegó a cinco países europeos hace dos años y ahora está en España, con peculiaridades como que "aquí enseguida la gente quiere quedar, conocerse, a diferencia de otros lugares, en los que la red se utiliza más para otros servicios. Debe de ser que llevamos en los genes la necesidad de establecer lazos de confianza y hacer cosas juntos", apunta la portavoz.

Con el ritmo de vida actual se pierde el contacto con los vecinos y el barrio en el que vivimos, por lo que "la aplicación combina el sistema para comunicarnos hoy en día con la recuperación de las costumbres y la sensación de la vida en comunidad que había hace años", concluye sobre esta nueva plaza del pueblo.