La imagen de un pescador junto al mar mientras cose una red en el logotipo del restaurante es Mollet es la de Guillem Ferragut, patrón de la embarcación Bernardino. Se hizo popular por haber capturado un tiburón de casi dos toneladas a finales de los años 60, aunque pocos saben que el propietario del establecimiento referente en el Portitxol por su pescado fresco, Gabriel Salvà, le hizo una foto a principios de los 90 con sus redes de pesca. "Le pedí a un dibujante que conocía que la transformase en el logotipo", cuenta el dueño, y junto al dibujo se lee 'Es Mollet. Pescados y mariscos a la plancha', en la calle de la Sirena.

Sin embargo, los clientes "de toda la vida", locales y foráneos, y los numerosos famosos que han pasado por el restaurante -Rafa Nadal fue el último- no podrán disfrutar más de su gall de Sant Pere, sepia con sobrasada, déntol, langostas y demás exquisiteces del mar. Biel se ha jubilado tras casi tres décadas al frente de su negocio, por lo que posiblemente desaparecerá en breve el cartel con la imagen del pescador, ya que el local ubicado en la planta baja de una tradicional vivienda se traspasa. "Todavía no me he acostumbrado", dice quien reside en el barrio y no sabe qué hacer con tanto tiempo libre.

Llegó con su familia al Portitxol procedente de Llubí en la década de los 60, porque su hermano, Guillem, se hizo cargo del cercano y conocido bar Las Palmeras. "Yo estuve trabajando con él durante 20 años y, además de servir tapas, cada mañana venía un grupo de pescadores con las capturas que no podían vender en el mercado, debido a que estaban mordidas por pulpos o rotas, y nos pedían que se las cocinásemos para la merienda", relata. Esta costumbre le dio la idea de montar su propio negocio y así fue en 1990.

"Al principio tenía una gran cantidad de gastos, porque había invertido mucho dinero". Por eso, "los primeros años aprovechaba todo tipo de clientela, como por ejemplo los turistas que llegaban al Portitxol en golondrina todos los sábado para ir al mercadillo de Llevant. Vendía hamburguesas, perritos calientes y patatas, y a partir de la una del mediodía, me dedicaba al pescado fresco", tal como recuerda de los comienzos de es Mollet, que debe su nombre al pequeño muelle de pescadores que había en el puerto.

La buena fama llegó por el boca a boca y disfrutaron de su comida personajes tan populares como Pedro Almodóvar, Eugenio, Xesc Forteza, Andrés Pajares y el artista mallorquín más internacional, Miquel Barceló, quien dibujó en el libro de firmas una gamba muy parecida a la que años después pintó para defender la campaña Al Molinar, Port Petit.

Como vecino de la zona desde que tenía 15 años, Biel cree que "sería positivo que no cambiase más. Aún hay cierta tranquilidad y ambiente de barrio, pero está desapareciendo con la llegada de tantos extranjeros", lo que tal vez ocurra con su restaurante.