El regidor de Infraestructuras del ayuntamiento de Palma, Rodrigo Romero, reiteró ayer que la línea de luces que irá soterrada ante la fachada del Mirador de la Catedral no afecta la zona protegida del monumento ni a la intervención de Gaudí. Aun así, el concejal se mostró dispuesto a adoptar otras medidas técnicas en caso de que Patrimonio se lo exija. "Estamos muy abiertos a cualquier solución", añadió.

Tras quedar descartada la instalación de báculos de ocho metros de altura con focos, el proyecto aprobado por la comisión insular de Patrimonio incluye dos líneas de iluminación en el Mirador de la Seu, "una situada adosada a la fachada y que la recorre longitudinalmente, donde las luminarias estarán instaladas soterradas en el pavimento, si bien al situarse tan próximos a la fachada la iluminación sería imperfecta en las partes altas del edificio". Por este motivo, se ha previsto una segunda línea de luces en el paseo de la muralla.

En opinión de Romero, la intervención en el paseo del Mirador no afectará a la zona protegida de la catedral, afirmación que en absoluto comparte Mercè Gambús, coordinadora científico-técnica del Departamento de Cultura, Patrimonio, Museos y Archivo de la Seu. "Invade el área sacra absolutamente porque está en la parte más antigua de la Catedral, que es la del Mirador", explicó la experta, quien remarca que todo el perímetro es una "acera histórica".

"Como mínimo se tenía que haber pedido un informe histórico-artístico a los técnicos de Patrimonio", advierte Gambús, ya que la Catedral cuenta con una doble protección,la del edificio y por la intervención de Gaudí en su perímetro exterior, ya que diseñó las aceras a principios del siglo XX, eliminadas en parte por obras mucho posteriores.

Los técnicos de Patrimonio estudian la carta que Gambús envió a principios de enero advirtiendo de esta cuestión y denunciando la desinformación sobre el proyecto, por lo que la directora insular de este departamento, Kika Coll, no ha querido opinar.

Rodrigo Romero declaró que se reunirá personalmente con responsables del Obispado y de la Seu, reunión que ya estaba prevista para hablar del proyecto antes de esta polémica, matizó.