Buen tiempo, ganas de pasarlo bien y humor a raudales: mejores ingredientes no se pueden pedir para una fiesta popular que también aprovecharon los cabezas de lista de los partidos políticos como José Hila, Antoni Noguera y Cati Cladera. Antoni NogueraFrancina Armengol El inicio de la Revetla fue un clic estupendo en precampaña. Todos felices con una climatología de libro para Sant Sebastià en su noche grande. También la aprovecharon los antiautopista que montaron un tenderete en la calle Colom, al paso del drac de na Coca.

La salida de los gigantes y cabezudos al ritmo de las xeremiesconvocó a cientos de personas en Cort. Fueron los primeros en dar la bienvenida a la noche más jaranera de la ciudad, seguidos por familias con niños y los turistas asombrados por el sonido agudo de las xeremies.

La payesa danzaba sin recato y sus faldas daban vuelo a quien la piropeó como si fuera una Macarena. "Guapa, guapa", le decían. La comitiva se encaminaba, entre bailes y glosas al lugar donde el fogueró fogueróaguardó un par de horas a ser prendido. Le seguirían el resto de foguerons que alimentaron a los ciudadanos que, fieles a la tradición torraron lomo, botifarrons y botifarronsllonganissaEso sí con mucha paciencia. La escasez de torradoras provocaron largas colas.

Acabada la danza de los gigantes, les llegó el turno a los glosadors de Mallorca, que afilaron su lengua y aprovecharon el gazapo de Cort en su traducción al castellano del programa de fiestas. "En el Ayuntamiento hay muchas faltas y no son sólo de ortografía", o ésta otra, "ninguna falta de ortografía improvisamos, que yo del programa de estas fiestas no entendí nada". Y así un suma y sigue hasta lanzarle la pulla al responsable de quemar los contenedores: "Palma vive de ilusiones como un pirómano activo aún sin foguerons".

Mientras unos les seguían embelesados y con la risa de fiesta, la plaza Major se abría las costuras para contener a los fans del drac de na Coca. "¿Dónde está, a qué hora llega?", preguntaban los niños. Ajenos a los bailes de la Escola de Música i Danses de Mallorca, que en el otro extremo de la Major se hicieron reclamo de los numerosos turistas que han hecho de Palma su particular verbena.

En otro extremo, los del PP eligieron pinchar música y contrataron a un dj que bajo la escaleras de la Almudaina les hizo bailar la sobrassada.

A lo lejos se oía el rugido del dragón que no tapó la petición de libertad para Valtònyc de otros glosadors que actuaron acompañados de música y que rindieron homenaje a "nuestro maestro, Biel Majoral".

El redoble entusiasta de la batucada Sarava abrió el cortejo de un dragón perezoso, puesto que le costó encender el fogueró de la plaza Major. Tras los ajustes técnicos, las espitas de fuego rociaron la plaza otorgándole un aire de misterio que encandiló a llonguets y acólitos.

Un encendido que hizo arder la lengua de glosadores, calentar el ambiente electoral y avivar el apetito. Quedan dos días de fiesta por delante. Este año todo se ha aliado a favor del patrón.