El inicio del Sant Sebastià alternativo ha llegado al clímax este mediodía cuando el alter ego, el antiguo Can Vinagre, y ha rociado con 'gasolina' (eso ponía el bidón naranja) a los miles de congregados en la calle Oms. (vea aquí las imágenes)

Quienes han recibido con chillidos el líquido han respirado tranquilos al comprobar que era agua, la única que había en una fiesta donde las cervezas y xupitassos corrían por doquier. Del xupinasso que ha dado el pistoletazo de salidaxupinasso al Sant Sebastià de las cofradías se ha encargado el pseudopirómano y, con gran profesionalidad, ha disparado, con ayuda, el cohete hacia el cielo minutos antes de las dos, cuando poco a poco cada grupo se ha trasladado a su comida de hermandad.

La desbordada calle Oms se ha ido apaciguando tras reunir durante dos horas a "unas 2.000 personas, según estimaciones de la Policía Local, 350 según Delegación del Gobierno, y unas 18.000 según un informe de Mateu de Can Vinagre y el comisario Villarejo", como ha dicho un portavoz de la Confraria tras salir al balcón y preguntar "d'on putes ha surtit aquesta gent?"

No ha habido pregón, aunque sí un listado de exigencias en nombre de las 20 cofradías -"38 según el comisario Villarejo"-, como un "un emoticono de Sant Sebastià en el wasap" o "que Netflix o HBO hagan una serie de Sant Sebastià".

La veintena de hermandades se reúne de nuevo esta tarde para realizar el primer "ritual Santsebastianer" de la historia, previsto a las 19 horas en la plaza Llorenç Bisbal. Desde allí, se dirigirán de nuevo a la calle Oms para continuar la fiesta hasta la madrugada.