Uno de los prolegómenos de Sant Sebastià es la tradicional bendición de Sant Antoni. La Beneïdes ha vuelto a ser el zoo para las mascotas de personas como Domingo que a sus 91 años ha querido que sus dos canes, El cariñoso y el coco, reciban la bendición.

Como él, cientos de animales han desfilado esta mañana frente a la capilla de Sant Antoniet para recibir el agua bendita de manos del párroco de la iglesia de Sant Miquel Antoni Gomila.

Palma es de los canes a tenor de los numerosos perros que han ido al desfile animal que ha llegado a Sant Miquel al filo de este mediodía. Algún gato, un par de tortugas como Harry Poter o Hermione y las más llamativas águilas harris, un buho ninot y una lechuza común, han sido las excepciones

Atentos, los ancianos de la residencia de Sant Miquel, en primera fila, cerca del alcalde Antoni Noguera, y los regidores Neus Truyol, José Hila y Llorenç Carrió. De la oposición, Lourdes Bosch, del PP, y Pep Lluís Bauzà, de Ciudadanos.

"Se ve menos gente, este año", comenta un asiduo a las beneïdes de Sant Antoni, el prolégomeno de la fiesta de sant Sebastià.