El patrón de Palma está cada año mejor preparado paraPalma tratar con los niñosy ayer lo demostró acercándose a ellos dándoles lo que más les gusta, los juegos, los cuentos y las canciones. El parque de sa Riera se llenó de pequeños en busca de estos alicientes con los que disfrutar de una soleada y ventosa mañana de domingo. Muchos estaban relacionados con el protagonista de la jornada, como s'Escarabat Sebastià, el tema del grupo Trencaclosques que hizo mover el esqueleto a los congregados, o el relato de Conte Contat, donde el dimoni Chewi tenía que encontrar unos cuernos para poder asistir a los foguerons de la Revetla.

Sin embargo, como en toda fiesta infantil que se precie, lo más exitoso fueron los pintacaras, con colas de una veintena de niños y sus respectivos adultos a la espera de convertir los delicados rostros en flores, mariposas o dimoniots. No les andaban a la zaga quienes aguardaban pacientemente en la fila para poder saltar en el castillo hinchable o montar en el tiovivo. De todos modos, en Sant Sebastià, por lo que los peques de la casa no tenían excusa si no encontraban su lugar de diversión en el abarrotado parque.

Talleres, juegos y circo

Los artistas se arremolinaron en las mesas donde se hacían talleres para crear el Drac de na Coca con rollos de papel de wáter, macetas con bases de botellas de plástico, marionetas de cartón o cuadros con cuentas de colores (llamados hamma beads), mientras que los más activos movieron el hulahop, se subieron a los zancos, giraron los platillos e incluso se metieron en enormes bolas transparentes para jugar al fútbol.

También había muchos juegos de mesa y de construcción hechos con grandes piezas de madera o material reciclado, como el tres en raya y el Memory de la Reutiteca, creados con platos de cartón. Los menores de tres años tuvieron su propio recinto vallado con todo tipo de atractivos específicos para su corta edad y se distinguía con facilidad por la gran cantidad de carritos de bebé aparcados allí. Pequeños y mayores se pasearon de un sitio a otro para probarlo todo en un Sant Sebastià Petit que no defraudó, aunque agobió un poco a los niños que aún no han aprendido a esperar.

El pasacalles de Sant Tianet lleva huevos a Santa Clara

Una treintena de niños participó en el pasacalles de Sant Tianet celebrado ayer por la Confraria de Sant Sebastià para llevar huevos al monasterio de Santa Clara y rogar que no llueva durante estas fiestas del patrón de Palma. La comitiva estuvo encabezada por el estandarte de la hermandad, llevado por uno de los pequeños, y un cuadro del santo sobre un paso, que fue portado a hombros por cuatro cofrades, todos ellos ataviados con sus pañuelos verdes, además de los amarillos de la cofradía Orgull Llonguet. Una colla de xeremiers, varios cabezudos y dimonis y el Drac de na Coca animaron el pasacalles por la Calatrava hasta llegar al monasterio, donde cantaron Sor Tomasseta con las monjas clarisas.

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