Un auto judicial ordena a Emaya paralizar las obras que realiza en la calle Son Armadams ya que las vallas instaladas han bloqueado las entradas de varios garajes de los vecinos, entre ellos una mujer mayor dependiente con nula movilidad, desde el pasado mes de noviembre. Los afectados por la colocación del vallado, que impide utilizar los aparcamientos, denunciaron esta situación ante los juzgados, después de haber intentado una solución con la propia empresa municipal y con otros departamentos del Ayuntamiento.

El auto de la jueza Catalina Cadenas, del juzgado de primera instancia número 10, fue emitido el pasado 8 de enero y en él se ordena la "inmediata suspensión de la obra". Pese a la orden, ayer por la mañana continuaban los trabajos en Son Armadams.

Tanto fuentes de Emaya aseguraron que los servicios jurídicos del Ayuntamiento no tenían constancia de esta orden de paralización.

Sin embargo la abogada de los demandantes, María José Martín de la Torre, aseguró ayer que en el juzgado le habían confirmado que el Ayuntamiento recibió esta orden de suspender las obras el pasado miércoles.

La letrada también explicó que durante la mañana de ayer, uno de los denunciantes había recibido una llamada de Emaya, oferta que el vecino rechazó ya que lo que quiere es utilizar su vado. Se da la circunstancia de que la esposa de este hombre es mayor y dependiente, por lo que para salir de su domicilio debe hacerlo en coche, cosa que le resulta imposible por culpa de la colocación de las vallas.

Los vecinos están a la espera de una respuesta judicial a su petición de retirada del vallado de la acera, indicó Martín de la Torre. "Los perjuicios a los vecinos son muy graves, no solo porque se impide el acceso a los vados, sino porque las vallas se han colocado a lo largo de toda la acera sin posibilidad de acceso a la calzada lo que implica que hay que dar un gran rodeo para poder acceder a ella", añadió la letrada.

Una solución

Antes de presentar la demanda ante el juzgado, los afectados habían solicitado una solución al propio encargado de la obra, quien les comunicó que colocar una plancha ante la entrada de su garaje para que pudiera pasar el coche no era posible, según han explicado a este diario. Tras realizar otras gestiones sin obtener solución, los vecinos acudieron a la justicia el 26 de noviembre.

La abogada de los denunciantes asegura que la intención de los vecinos no es oponerse a la realización de las obras (prolongadas hasta el 20 de enero), que estiman necesarias, "sino que se hagan sin impedir el acceso a los vados de los vecinos".