Los brotes verdes se han tropezado con las piedras. El valor ecológico ha dado marcha atrás con el valor patrimonial. Esta es la historia de medio centenar de vecinos de sa Calatrava que llevan un año luchando para conseguir un huerto urbano en el foso del Baluard del Príncep. A la aceptación inicial, su proyecto fue elegido en los últimos presupuestos participativos, asignado 60.000 euros a esta iniciativa, el freno desde Patrimoni. No ven bien que se lleve a cabo en un BIC como el restaurado bastión. Como alternativa, Infraestructuras les propuso el parque municipal dels Ceibos, o de Pocoyó. Temen que se pierda el dinero.

"Muchos vecinos de sa Calatrava ante el proyecto de acabar la muralla que prevé recuperar el puente y dejar este foso sin nada, pensamos que sería una buena idea plantear un huerto en respuesta a esta plancha de calor. Ya en las pinturas de las puertas de la ciudad se muestra cómo en la Porta des Camp se hacían cuerdas, había actividad", narra Edita Navarro, portavoz de la AA de VV Sa Calatrava.

El grupo impulsor es diverso. De distintas edades; parejas jóvenes con niños pequeños que quieren educar a sus hijos en conexión con el barrio y en clave ecológica. "A raíz de todo el trabajo hecho, del proceso, se ha creado un grupo de niños y padres del barrio, que es muy positivo, porque sa Calatrava corría el riesgo de despoblarse o de convertirse en un barrio donde sus residentes son extranjeros que apenas hacen vida de barrio", comenta.

La pasada primavera montaron un huerto en el foso que duró hasta verano. "Hicimos fichas de las plantas comestibles, pasó mucha gente que se fue interesando y sumando al proyecto; incluso el Ayuntamiento nos ofreció sacos de tierra. Estábamos muy ilusionados porque pensábamos que se iba a hacer realidad. Incluso lo presenté al programa Teixint barris y se interesaron desde el Centre de Salud de Escola Graduada y la directora del hotel Baluard del Príncep. "Sería estupendo que se hiciera un huerto aquí abajo", nos dijo", cuenta Navarro.

Ante la negativa a hacer un huerto en el bastión, no se amilanaron y hablaron con el Consell. "Nos dijeron que no; que donde nosotros veíamos un descampado, en realidad es un monumento. Vimos que el no iba en firme, y hablamos con Infraestructuras. Nos han ofrecido hacerlo en el parque de Pocoyó. No nos gusta mucho el lugar pero no queremos que se pierda la idea", admite la portavoz de sa Calatrava.

En estos momentos esperan que acaben los pliegos. "La sociedad ha cambiado. La administración municipal solo contempla huertos para jubilados pero no adjudicarlos a una asociación", puntualiza Edita Navarro.