Cuando me toca esperar, ya sea en una puerta de embarque del aeropuerto como en la cola del supermercado, no siento que pierda el tiempo. Sólo he de observar a mi alrededor y siempre hay alguna situación que vale la pena retratar. Y mejor si es entrañable como ésta.
Oferta Flash
Suscríbete a Diario de Mallorca durante nueve meses por tan solo 9,99 euros