Los dos únicos concejales del PP de Cort que han asistido al pregón del escritor Biel Mesquida, el primer acto de la Festa de l'Estendard, se han levantado de sus asientos y se han marchado cuando el pregonero ha aprovechado sus últimas palabras para pedir la liberación de los presos independentistas catalanes debido a que "ningún proceso democrático puede tener ni presos políticos ni exiliados".

Por el contrario, al escuchar esta defensa, los asistentes en el salón de plenos del Ayuntamiento han prorrumpido en aplausos, excepto la presidenta del Govern, Francina Armengol, que ha estado acompañada por el presidente del Consell, Miquel Ensenyat, y la cantautora Maria del Mar Bonet, que es amiga del poeta.

Mesquida ha lamentado que "vivimos un momento de parálisis de este proceso democrático por el que luchamos desde la dictadura y la transición, un momento de leyes mordaza que reprimen, judicializan, prohíben y condenan la palabra, la expresión social, colectiva, vital de la palabra", ha dicho, para poco después concluir la lectura con la interpretación de El cant dels ocells, de Pau Casals.

En otro momento del pregón, también ha alabado los logros del alcalde republicano Emili Darder y el legado cultural y lingüístico que dejó la conquista catalana del rey Jaume I.

El escritor ha pedido al inicio de su discurso una ciudad "más limpia y menos ruidosa, más educada y menos grosera, más abierta y menos cerrada, más hospitalaria y menos feroz, más bella y menos fea, más fraternal y menos hostil, más patrimonial y menos destructiva, más verde y menos seca, más amable y menos salvaje, más segura y menos arriesgada, más sostenible y menos malgastadora, más refugio y menos prisión, más habitable y menos inhóspita, más cuidada y menos abandonada, más humana y menos bestia".

También en clave municipal, el articulista de Diario de Mallorca ha definido la respiración de Palma como "rítmica y honda cuando no la ahogan con excesos circulatorios y polución de aparcamientos en calles y plazas, pandemias de decibelios desatados y masas turísticas sin control que devoran tanto un casal antiguo colindante al convento de Santa Clara, un chaletito de Son Espanyolet, un bloque de pisos de Berenguer de Palou..."

El pregonero ha incluido en su discurso una narración con la que, a través de los recuerdos de un personaje llamado Macià, ha desgranado cómo eran El Terreno y Gomila en su época dorada y Palma durante el franquismo.

Dentro de ese texto, el personaje imaginario ha escrito un fragmento de su diario donde hace referencia a sa Feixina, "que era el fruto podrido del asesinato de inocentes". En ese momento, Biel Mesquida se ha dirigido al alcalde de Palma, Antoni Noguera, y le ha pedido que desaparezca de una vez el monumento franquista.