Los pequeños Matilda, Aritz, Dídac y Max son nativos digitales, por lo que en su vida siempre ha habido tabletas y smartphones. Sin embargo, tienen claro que "está mal mirar el móvil todo el día", resalta Dídac, una enseñanza en la que sus padres incidieron ayer llevándoles a merendar a Ca'n Joan de s'Aigo. La iniciativa del emblemático establecimiento de dar chocolate gratis a los niños cuyos progenitores abandonasen temporalmente sus teléfonos fue muy bien acogida y en solo cinco minutos se llenó la primera caja de ensaimadas donde guardaban los móviles, todos identificados en bolsitas individuales con los nombres de los dueños.

"Nosotros no solemos mirar el teléfono, pero vemos que ocurre con frecuencia", afirma Asier de la Fuente, y más de una vez los hijos "tienen que reclamar la atención de los padres" 'enganchados' a los smartphones, destaca Catalina Barceló, de ahí que les parezca una idea "muy positiva", que hoy se repetirá de 17 a 18 horas en los tres locales del negocio.

La administradora de Ca'n Joan de s'Aigo, Leonor Vich, explica que la novedosa propuesta "salió por casualidad, charlando con el gerente sobre lo entretenidas que eran antes las tertulias en torno a un café o un chocolate. Ahora le dedicamos demasiado tiempo al móvil, por lo que hemos querido recordar cómo eran las cafeterías cuando no había smartphones".

Ayer lo lograron: A los niños Milo y Noah "les ha llamado la atención, han preguntado por qué hacen esto y ha servido para que nos demos cuenta de que a veces salimos juntos y estamos más pendientes de los teléfonos que de hacerles caso", lamentan Jennie Douglas y Biel Amengual. "Iniciativas como esta ayudan", concluyen sobre la necesidad de olvidarse del móvil, sobre todo si es a cambio de un chocolate.

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