Limpieza a fondo de uno de los dos grandes depósitos de agua de Emaya que abastecen a Palma. La instalación ubicada en Son Tugores fue inaugurada en 1934 y está en pleno uso. Cada año, se limpia con agua clorada y se revisa que no haya fugas ni desperfectos.

Con una capacidad de 11.000 metros cúbicos, equivalente a cinco piscinas olímpicas y media, este depósito regulador del suministro es subterráneo y recibe agua de los embalses, fuentes y pozos. En Son Tugores hay otro de las mismas dimensiones que permenece activo mientras el primero se limpia.

El depósito se ha ido vaciando destinando el agua al consumo de la ciudad. Una vez vacío e instalados los sistemas de rescate por seguridad, los operarios de Emaya bajan a su interior y lo limpian con agua clorada a presión, trabajo que durará dos días, ha informado este lunes Eva Sastre, jefa de Explotación de Emaya.

Para comprobar cómo funciona Son Tugores, una instalación considerada de seguridad por su importancia en la distribución del agua para Palma, el alcalde, Antoni Noguera, y la presidenta de Emaya, Neus Truyol, han realizado una visita este lunes a primera hora.

Acompañados por personal de mantenimiento de Son Tugores y por el jefe del ciclo del agua, Jaume Femenias, Nogura y Truyol han bajado al depósito, que se mantiene igual que cuando fue construidos durante la segunda República.

El alcalde y la presidenta de Emaya han realizado previamente una visita por la planta de abastecimiento y de tratamiento de agua. Al finalizar el recorrido, la presidenta de Emaya ha recordado que está en licitación un proyecto para duplicar la capacidad de captación de agua procedente de las fuentes, con una inversión de 6,5 millones de euros.