Las aceras no son para las bicis ni los patinetes. Tampoco para los monopatines ni las plataformas de una o dos ruedas. Desde luego, no tienen cabida los segways ni las motocicletas eléctricas. Ningún vehículo a pedales, impulso o con batería puede circular por el lugar destinado a los peatones. Es solo para ellos. Así de claro. Aunque no lo parece tanto, porque cada día se pueden ver por Palma decenas de usuarios de todos estos medios de transporte moviéndose por las aceras y esquivando viandantes para avanzar más rápido por una vía donde la velocidad es la del paso a paso.

La ordenanza municipal que regula la movilidad de los ciclistas prohíbe que transiten por ellas, aunque este año han proliferado tanto los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) que Cort tuvo que aprobar en verano un decreto provisional para su regulación. Sin embargo, el descontrol en la calle continúa y la nueva norma no contribuye a aclarar qué se puede hacer. En el punto 2 dice que los VMP de tipo A y B están autorizados a transitar por "aceras y espacios para viandantes donde pueden circular los ciclos y con los mismos horarios sin superar la velocidad máxima de 10 kilómetros por hora".

La confusión aparece al leer el siguiente punto, que concreta las condiciones generales sobre su uso y señala explícitamente que "se prohíbe la circulación de los VMP en las aceras, plazas, parques y jardines", a excepción de "los menores hasta 12 años si no sobrepasan la velocidad de los viandantes y van acompañados de un peatón adulto".

Lo dice el Supremo

Lo aclara el concejal de Movilidad de Cort, Joan Ferrer: "El código de circulación, de ámbito estatal, es la norma superior y establece que las bicicletas no pueden ir por las aceras. Había ordenanzas de otras ciudades, como Zaragoza y Sevilla, que permitían con carácter general el tránsito de bicis por las vías destinadas a peatones, pero el Tribunal Supremo las anuló". Y como el decreto de VMP se basa en la normativa para los ciclistas hasta que sea modificada para añadir los eléctricos, "tampoco pueden circular por las aceras", destaca Ferrer.

"No queremos que el peatón entre en colisión con otro medio de locomoción en el espacio que le pertenece. No hay que quitarle el sitio, porque es el eslabón más débil de la pirámide de movilidad. La prioridad debe ser el viandante por delante de la bicicleta/VMP, el transporte público y el coche", enumera. Sin embargo, reconoce que "la pirámide está invertida", de ahí las actuaciones impulsadas para modificar esta situación y las demandas por parte del colectivo Vianants en Lluita para aplicar medidas más valientes.

Dicho esto, el responsable de Movilidad añade respecto a los patinetes eléctricos que el equipo de gobierno está "completamente a favor de su implantación, ya que es un medio hermano de la bici y permite disminuir el número de coches por la ciudad, por lo que se reduce la contaminación y el ruido". Por eso quiere que quede claro por dónde pueden circular (ver el listado adjunto): "por los mismos espacios que la bicicleta. Tan sencillo como esto".

Otra confusión que se produce en el decreto es que en el primer punto citado no se detalla cuáles son los "espacios para viandantes donde pueden circular los ciclos y con los mismos horarios". Aquí se habla de las calles peatonales, como por ejemplo Sant Miquel, "pero solo está permitido desde las ocho de la tarde hasta las diez de la mañana", destaca Ferrer en referencia a lo que especifica la ordenanza que regula las bicis. Y solo pueden los VMP de tipo A, es decir, los patinetes, monopatines y plataformas de una o dos ruedas, que han entrado de lleno en las calles de Ciutat.