Antoni Mulet , director de la Escuela Náutico Pesquera, pilar de la formación de tripulaciones en Balears, no cree "necesario" cambiar su emplazamiento y evitar así el desgaste que provoca en el edificio el oleaje que le alcanza cuando hace mal tiempo.

Él piensa que para evitar el envite del mar bastaría con colocar cuatro bloques en la escollera que "disminuirían el impacto".

El mal estado de la fachada de este edificio es evidente y llamativo, sobre todo si se tiene en cuenta que a finales de 2015 se llevó una reforma que costó casi un millón de euros.

Dependiente de la conselleria de Educación, técnicos del Ibisec confirmaron que el revoque del edificio "está mal hecho".

La reforma que fue licitada al final del mandato del PP "ante la presión mediática y una denuncia que forzó que se llevara a cabo la reforma", apunta Mulet, la ejecutó el actual Ejecutivo. "Las mejoras son considerables, pero es cierto que algo ha fallado, y los propios arquitectos del Govern llevan tiempo pidiendo informes", indica Mulet.

Indica que toda la zona que les rodea, la ajardinada que está fuera del solar donde se asienta la escuela, pertenece a la Autoridad Portuaria de Balears. Mulet recuerda que les dijeron que "existe un proyecto para hacer jardines y colocar bancos y un pasamanos; pero seguimos esperando".

El presidente de la Autoridad Portuaria de Balears, Joan Gual, no ve con malos ojos "el traslado" de la Escuela hacia otra zona del puerto. Sin embargo, la actual ubicación, pese a todo, "tiene aparcamientos y la línea 1 de la EMT", recuerda Mulet. La Escuela Náutico Pesquera imparte clases a más de 170 alumnos.