Un mes atrapada en casa por la avería del ascensor municipal de la plaza Major

Desde que se produjo la avería, la más larga de un extenso historial, esta vecina de Palma llama cada día a Cort en busca de una pronta solución, una vez por la mañana y otra por la tarde. Ha conseguido hablar con el concejal de Infraestructuras, Rodrigo Romero, para trasladarle su queja. Y también la ha puesto en conocimiento del grupo municipal de Més y de la Policía Local. Pero por ahora no ha conseguido comprometer de las autoridades una solución para el problema que tanto le afecta.

"Me dicen que falta una pieza que tiene que llegar de la península para poder realizar el arreglo del ascensor. Pero yo me pregunto, ¿de qué península están hablando? Porque de la Ibérica estamos a media hora de avión y cada vez se retrasa más la solución de la avería", comenta. "Rodrigo Romero, el concejal de Infraestructuras, culpó del asunto al vandalismo. Pero yo tengo miedo, miedo de que este asunto no sea una prioridad para el Ayuntamiento y se eternice, cuando no sólo me afecta a mí, sino a personas mayores que también residen en la plaza Major y a usuarios del parking que llevan carritos de bebé o de supermercado", explica.

M.F.S le ha recordado a Cort toda la legislación autonómica y nacional en materia de barreras arquitectónicas, además del texto que el Consistorio ha publicado en el apartado de accesibilidad de su web. "No debe existir ninguna limitación en el ejercicio de tres actividades humanas básicas: la movilidad, la comunicación y la comprensión. El Ayuntamiento de Palma ha asumido el compromiso y el reto de adaptar la ciudad a las necesidades de todas las personas. De esta manera se garantiza la autonomía y la capacidad de elección e interacción con el entorno, brindando la oportunidad de participación en la vida social; factores que conforman la base para el ejercicio igualitario de las libertades fundamentales".

Desde que el ascensor de la plaza Major está averiado, M.F.S tiene que salir de su casa con dos horas de antelación. Sus alternativas para llegar al parking desde la plaza Major son la Costa de sa Pols i la calle Olmos, pues el otro acceso al aparcamiento desde la plaza tiene barreras arquitectónicas.

"La costa de sa Pols es demasiado peligrosa para ir en silla de ruedas, tanto de subida como de bajada. Así que la única alternativa que tengo es Sant Miquel, la calle Oms y la Rambla. El otro día el trayecto me cogió con lluvia y llegué a casa empapada", comenta.

La reciente avería no es la única reclamación que esta vecina de Palma ha formulado al Ayuntamiento de Palma relacionada con el ascensor. Con la entrega de una carta al alcalde y la presentación de 3.000 firmas consiguió que se prolongase su horario los fines de semana. Con anterioridad solo prestaba servicio de de 7.00 a 13.00 horas.