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Aurora Jardhi: "Podemos se ha olvidado de la gente de la calle para convertirse en un partido más"

La teniente de alcalde y regidora de Función Pública anunció semanas atrás que dejaba Podemos - No oculta su decepción tras "haber soñado con ser parte del proyecto colectivo de transformación"; ahora, ante el auge del fascismo, "trabajaré para reagrupar a la izquierda"

Aurora Jardhi deja 'el poder' pero no el activismo. B. Ramon

Aurora Jardhi anunció su marcha de Podemos semanas atrás. No está sola en la deserción de un grupo que surgió para regenerar la política porque otra izquierda era posible. La regidora de Función Pública habla claro. Se va al paro, sin miedo, y con propuestas. "Dejo Podemos porque se ha olvidado de la calle para convertirse en un partido político más; dicho esto, dejar claro que respeto a Juan Pedro Yllanes aunque no comparta sus estrategias".

¿Cómo fue el salto a la política?

Entré cuando se creó Guanyem en Cataluña. Me gustó su intención aglutinadora. En las elecciones me encontré con el corazón partido: yo reclamaba la unión de la izquierda. Ni me lo pensé y di mi primer paso político. Después no fue como esperábamos. O este Guanyem es de toda la izquierda o no participamos en las elecciones. Ahí da pasos atrás.

Casi cuatro años después anuncia que deja Podemos y que no se va a presentar a las elecciones. "Decepcionada" y "triste".

Voy a seguir trabajando para aglutinar a la izquierda, porque hoy es más urgente ante el avance del fascismo.

¿Tiene confianza de que la izquierda de este país se una?

En la izquierda somos más críticos y queremos niveles de excelencia; esto que en sí es positivo, deriva en algo negativo: la izquierda perdona poco, nos desanimamos muy pronto y nos desmovilizamos. ¡Además somos expertos en hablar del sexo de los ángeles!

¡Pues hablemos de sexo antes de volver a su salida del gobierno municipal! ¿Qué opina de la polémica de la chocho charla?

Me parece un despropósito dedicar tantos minutos y artículos a una charla educativa sobre el conocimiento educativo de nuestro cuerpo solo porque se titula chocho. Me parece esperpéntico cuando ese debate no tiene equivalencia en temas tan obscenos como el saqueo de la corrupción. Demuestra que en España la regeneración política está por llegar.

Usted se va, y también Eva Frade y Antònia Martín y Aligi Molina. ¿Palma no puede con Podemos o Podemos no puede con Palma?

Cuando Podemos llegó tuvo que construir un barco y además navegarlo. En 2015 apenas había estructura, tuvimos que crearla al mismo tiempo que creábamos partido, y mantener la calle y hacer trabajo institucional. Es muy complicado porque nosotros veníamos de intentar cambiar eso y nos encontramos con Goliat. El resto de partidos están más instalados, se saben mover. Hacer un cambio y ser prácticos es un trabajo que no funciona a corto plazo.

A usted además le toco 'el Gordo': Función Pública en pleno estallido de la investigación de la corrupción de la Policía Local.

Ha sido lo más doloroso de mi paso por el Ayuntamiento: el caso de la corrupción de la policía local me provocó miedo, no por amenazas, aunque sí por advertencias veladas. El partido no nos apoyó porque llevamos años sin asesoría jurídica y hemos tenido que tomar decisiones que nos han hecho sentir inseguridad.

¿Miedo? ¿Pensó dejarlo?

Sí, lo tuve, a ser imputada, y de hecho tuve que ir a declarar, algo que entendí pero que fue un sufrimiento: no es fácil estar al otro lado. Ha sido lo más duro. Fue muy doloroso en lo personal y lo político. Vi cosas€. Estos procesos los vives tú. Me sentí sola e insegura.

Al que sumar el desencuentro con Angélica Pastor.

La 'polémica' entre ambas responde al modelo patriarcal. Tenemos posiciones políticas divergentes, sin embargo, en lo personal no hemos tenido ningún problema. Ha habido discrepancias, y eso es muy sano. A ella siempre le he dicho que tiene mi respeto y admiración por la valentía que tuvo al entrar en Seguridad Ciudadana. Nos dieron lo que nadie quería, y lo hemos asumido dos mujeres. Las peleas falsas entre mujeres venden. Y nos desgastan.

Función Pública son palabras mayores.

En Función Pública faltaba transparencia, había una desorganización total. He tenido que trabajar en ello en procesos de selección de personal. Opino que parar máquinas es el acto más valiente y revolucionario que se puede hacer en la Administración, pero claro, ahí tienes que luchar contra el cortoplacismo. Estás en el punto de mira, y te están pidiendo 'plazas ya'. Podemos ha pagado esa factura, la de las presiones de la administración, de sus plazos, del equipo de gobierno, de tus compañeros, la sociedad, los medios... Pero de lo ocurrido en Podemos, yo también soy responsable. Nos hemos dejado llevar por el cortoplacismo. Cuando se ha visto que si hubiésemos sido valientes, como lo fuimos en el tema del alquiler turístico, hubiese ido mejor.

¿Su reciente oposición a la autopista Campos es un gesto de 'liberación' de Podemos?

Podemos se ha vuelto un partido al uso. Se perdió la oportunidad en el tema de la autopista. Me considero una persona radical. No me van las estrategias políticas. No disimulo. Soy de estómago. Quiero volver a hablarle más al pueblo y menos a los medios.

¡Ahora deberíamos estar sentadas en una terraza del Born!

¡Yo no! Hoy volvería a hacer la consulta sobre si terrazas sí o no en el Born. No la hice para ganarla. Eso es vieja política, sino que lo hice porque creo en el fomento de la participación ciudadana. Ahí están los criterios de regeneración de la izquierda.

Su normativa mantiene demasiado espacio para terrazas.

Es un tema no resuelto. Todos queremos ir a terrazas pero no debajo de casa; todos queremos caminar por la calle. Hay que ceder, pactar y comprender. Todos somos ciudadanos, y también lo es el dueño del pequeño bar en Pere Garau, que ese no especula.

¿Se veía como la Ada Colau o Manuela Carmena de Palma?

¡No! Son referentes pero no hay que caer en la personalización.

Y ahora un asesor en Cort confiesa que ha metido la mano en el sindicato de periodistas.

Estoy sorprendida y decepcionada. Agradezco la sinceridad y dimisión de Antoni Gomila pero esto no podemos permitírnoslo.

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