Cort no ha movido ficha en el pasaje TorrandellEste espacio privado que comunica la plaza de Berenguer de Palou con la calle Oms continúa siendo el orinal de la zona. Sus vecinos llevan tiempo quejándose ante el Ayuntamiento, primero por el tema de limpieza y, segundo, por la peligrosidad que supone este paso por las noches al carecer de iluminación. Siguen sin respuesta.

Al tratarse de un pasaje particular, desde el Ayuntamiento se entiende que son los propietarios los que deben responsabilizarse de su cuidado. Con este argumento, la comunidad localizó la primavera pasada a la propietaria y ésta decidió ceder a Cort la propiedad. Fue entonces cuando José Hila, concejal de Urbanismo, se comprometió no solo a hacerse cargo, sino a que el pasaje Torrandell sirviera de "prueba piloto" para otros viales de Palma.

Han pasado los meses y los vecinos siguen esperando, aunque algunos ya han perdido la paciencia, como Pedro García y Jacobo Biarnés, propietarios de los dos locales que hacen esquina con la escalera que comunica el pasaje con la plaza de los patines (Berenguer de Palou), y van a colocar una valla que impida la entrada a un indigente que pernocta allí y lo utiliza como si fuera su inodoro particular.

"Se hacen sus necesidades, incluso delante de los clientes. El olor es nauseabundo y tenemos que limpiar nosotros porque no basta con la limpieza que hace Emaya", comentan. "Y si pasan , es tarde; yo llego a las nueve y me encuentro la porquería y ¡claro, la recojo!; así es que cuando llegan los de la limpieza, yo ya lo he retirado", se lamenta Pedro García, que tiene un local de osteopatía.

Sin respuesta municipal

María Garau es la abogada y representante de los vecinos, además de afectada directamente. Fue ella quien localizó a la propietaria de este pasaje particular tras una larga búsqueda que acabó con la cesión al Ayuntamiento del pasaje, condición indispensable para que se responsabilizara de su mantenimiento y cuidado.

"Antes de verano les presentó el escrito de la voluntad de la propietaria de cederles el pasaje y pedí cita. Me dijeron que en verano quedaba paralizado y me emplazaron a septiembre. Ya sé qué persona lleva el expediente y desde hace un mes espero respuesta de Cort ante la voluntad de cesión que les he hecho llegar. Todo sigue igual, y es lamentable", narró la abogada.

Pese a desmarcarse de la acción individualizada de los dos propietarios, entiende que "estén cansados porque es una vergüenza".

Ella sí observa un cambio en Emaya que "tiene instrucciones expresas de limpiar el pasaje de manera regular; incluso estrenaron una máquina de limpieza en el pasaje".

La realidad, sin embargo, muestra el lado más oscuro de una zona que está en el centro y cuyos precios de alquileres no bajan de los 1.000 euros. Ahora aguardan a que Cort mueva ficha.