El Ayuntamiento de Palma ralentizará los derribos en Son Banya durante 2019 a la espera de contar con más viviendas y ante la actual falta de recursos para realojar a los vecinos con derecho a ayuda municipal. Una vez eliminadas las primeras 45 viviendas con orden judicial de desalojo, que se prevé para finales de marzo, quedarán otras 80 chabolas más y 28 familias por reubicar.

La regidora de Bienestar, Mercè Borràs, ha confirmado que la partida destinada a estos trabajos se reduce en 100.000 euros para el próximo año y que será en 2020 cuando se afronte el grueso de las demoliciones en el poblado. La regidora ha sido interpelada sobre esta cuestión después de que la portavoz del PP, Marga Durán, advirtiera de esta disminución presupuestaria.

Borràs ha explicado que se mantiene el calendario para el desmantelamiento de Son Banya, según el cual estará erradicado a finales de 2020.

Sin embargo, los 45 derribos que debían ejecutarse antes de final de este año no se podrán completar en el plazo previsto y varios ya han sufrido un aplazamiento hasta el 27 de marzo. Aunque la regidora de Bienestar no ha dado cifras sobre cuántas viviendas se prevé eliminar a lo largo de 2019, sí ha confirmado que el proceso se ralentizará hasta 2020, cuando espera que den resultado todas las medidas para conseguir más vivienda pública.

Este miércoles no se han llevado a cabo derribos en el poblado. En su lugar, la empresa contratada para estas tareas ha llevado a cabo una limpieza de los accesos.

Primera jornada de limpieza

En total, se retiraron 13 toneladas de residuos y chatarra, además de 14 coches abandonados, informó ayer el Ayuntamiento. La retirada de residuos continuará hasta mañana y las previsiones son reanudar el desalojo y posterior derribo de casetas la próxima semana.

Sobre la limpieza que se está llevando a cabo en los descampados que rodean Son Banya, la regidora de Bienestar comentó que se trabaja “para mantener en mejores condiciones el poblado hasta su erradicación definitiva en 2020”.