El histórico rastro de Ciutat se iniciaba en la plaza Llorenç Bisbal y continuaba por Socors hasta las Avenidas. Al comienzo de la ruta estaban los puestos donde uno iba en busca de curiosidades o auténticos tesoros, ya que incluso vendían antigüedades.

Aquellas entretenidas mañanas de sábado volvieron ayer a la memoria de muchos palmesanos mientras se han paseado por el mismo lugar en el Mercat de Sant Rescat.

Tras 10 ediciones celebrándose en la plaza Quadrado, el rastrillo organizado por la asociación de vecinos de Canamunt se trasladó en esta ocasión frente a la iglesia dels Socors, pero manteniendo la esencia de siempre con medio centenar de puestos de artesanía, diseño, ropa y hasta curiosidades como las de antaño.

Algunas tan llamativas como los instrumentos antiguos de ginecología que se ofertan junto a películas VHS. Hacia el mediodía, su propietario había vendido una, El misterio de la pirámide de oro.

Los discos de vinilo se pueden hallar en varios puestos, así como otros objetos vintage, aunque lo que más abunda es la ropa y artículos de decoración de segunda mano de particulares.

A la hora del vermú, la plaza Llorenç Bisbal estuvo amenizada por la música de Clau de Sol y, a partir de las cuatro de la tarde, cogió el relevo Swingtonizando.