Operarios especializados en desamiantado, protegidos con sus correspondientes trajes y máscaras, retiraron ayer por la mañana la uralita que desde hace semanas estaba abandonada en Son Banya, pese a estar etiquetada como material peligroso. Tras la denuncia de los vecinos del pobladodenuncia de los vecinos del poblado, los trabajos de ayer fueron supervisados por técnicos de Prevención del Govern y de Inspección de Trabajo, que investigan si los procedimientos de retirada de amianto son los correctos. Cabe recordar que también la conselleria de Medio Ambiente anunció la apertura de diligencias contra el Ayuntamiento y la empresa Adalmo.

El Ayuntamiento ordenó el pasado miércoles a Adalmo, la empresa subcontratada para retirar la uralita, que se llevase el material que permanecía a la intemperie y en contacto con el agua de una tubería rota en los derribos.

Por estos hechos, y por la destrucción de uralita el 26 de septiembre con la pala de una excavadora, ordenada por el departamento de Infraestructuras, denunciados judicialmente por los vecinos, la conselleria de Medio Ambiente anunció una investigación y ahora también han actuado la conselleria de Trabajo, a través de Prevención, y el organismo estatal de Inspección de Trabajo, que inicia "las actuaciones propias de su competencia para averiguar si los procedimientos de retirada de amianto son los correctos", indicaron fuentes oficiales.

Bajo la lluvia y protegidos por un cordón policial, los trabajadores de Adalmo llegaron ayer pronto al poblado y comenzaron a recoger las placas de uralita y fragmentos de este material, marcado con una pegatina que indica el riesgo para la salud por contener amianto.

Material dejado

Aunque en un principio el Ayuntamiento dijo desconocer el origen de esta uralita abandonada, e incluso cuestionó que estuviera en Son Banya, finalmente reconoció que había sido dejada en uno de los últimos derribos [a principios de octubre].

El Ayuntamiento alegó que solo se había dejado un paquete de uralita precintado y etiquetado que la empresa no pudo retirar porque se desmontaba el dispositivo policial y no podían permanecer en el poblado.

Aun así, Cort insiste en que la uralita que mandó arrasar con la excavadora el pasado día 26 no contenía amianto y que todos los derribos en Son Banya se están haciendo según los protocolos de seguridad y salud laboral.

Sin embargo, las explicaciones no contentan a los vecinos de Son Banya, quienes denunciaron a Cort en el juzgado de guardia el pasado lunes y también lo pusieron en conocimiento de la conselleria de Medio Ambiente y de Inspección de Trabajo.

Los próximos desalojos y derribos en el poblado están previstos para el día 24 de octubre, después del aplazamiento tras la tormenta de la pasada semana.