Los agentes de Medio Ambiente de la Empresa Municipal d'Aigues i Clavegueram (Emaya) han abierto en un año un total de 47 expedientes de infracción a particulares por el vertido ilegal de aguas residuales.

Por regla general estos derrames, que se producen por múltiples causas, van a parar, ya sea directa o indirectamente, a los distintos torrentes de la ciudad.

Fuentes municipales indicaron que se dan distintas casuísticas. Las infracciones más numerosas son las de vertidos de aguas residuales a la arqueta de drenaje y, en consecuencia, a la red de aguas pluviales.

Este es el caso de las viviendas "ocupadas" como las de la calle Infant Pagà. Esta situación se ha solucionado tras la compra del edificio por parte de una empresa, que ha indemnizado a los ocupantes, y ha limpiado las arquetas, las tuberías y los bajos del edificio.

En el caso de la calle Baladre 29, el actual propietario ha solicitado y ha abonado la instalación de nuevas acometidas de alcantarillado y de drenaje.

Por último, en los pasajes particulares de la calle Picos, de Son Gotleu, "se está trabajando a diario para parar las conductas incívicas en algunos casos y de descoordinación entre vecinos como consecuencia de la no existencia de comunidades de propietarios", se indica desde Emaya.

Otros casos de vertidos se dan en aquellas viviendas que, desde su construcción, las redes de aguas sucias están mal conectadas al alcantarillado público. En otras ocasiones los vertidos se localizan cerca del cauce de los torrentes.

Vaciado de piscinas

Se han denunciado derrames a los torrentes de Sant Magí, Gros y sa Riera. En el primer caso, desde los bloques de pisos situados en los números 39 y 41 del camino de Génova. En el segundo, de una fosa séptica situada junto al torrente Gros procedente de la finca situada en la calle Torrente, 16.

La tercera situación, que ha provocado un derrame en el cauce de sa Riera, se ha dado por el vertido procedente de una finca situada en el número 8 de la calle Sevilla, producido por el vaciado de dos piscinas de la urbanización, que estaban conectadas a los pozos de drenaje. También se dan otras situaciones "por mala praxis" debido a la conexión de electrodomésticos a la arqueta de la vía pública que, en ocasiones, como en la calle Fita número 27, vierte directamente al torrente dels Jueus.

También se han denunciado conexiones directas de un aseo al imbornal de pluviales, así como el vertido de productos químicos a la red de drenaje, como en el caso de una empresa de la calle Foners 25, en el Polígono de Son Castelló.

Los agentes han detectado asimismo casos de vertidos de restos de cemento, así como la existencia de pozos negros en servicio que infiltran aguas fecales en el subsuelo.