En Palma viven unos 100.000 perros y hay más de un centenar de colonias felinas. Son algunos de los datos que ayer recordó el Ayuntamiento con motivo de la celebración del Día Mundial de los Animales. Además, el consistorio está preparando una nueva ordenanza sobre mascotas que incluirá sanciones más elevadas para cada tipo de infracción y la obligación de diluir con agua el orín que dejen los canes en la calle.

De los 100.000 perros que viven en el municipio, cerca del 80% porta el obligatorio chip identificativo, indicó ayer Cort en un comunicado. Además, el programa de colonias felinas municipal cuenta con más de un centenar de ellas activas. Cabe recordar que el proyecto de aumentar las casas para gatos ha sido el segundo más votado en la última convocatoria de los presupuestos participativos.

El Ayuntamiento también destacó ayer que Palma es una ciudad "sensible" con los animales, donde hay 16 zonas de ocio canino, incluida una de baño, y siete líneas de autobús que permiten la entrada de perros.

La regidora de Bienestar Animal, Neus Truyol, señaló ayer el "esfuerzo diario" de los 20 voluntarios que pasean los perros de Son Reus y el de quienes cuidan y controlan las colonias felinas que hay en Palma.

Pese a contar con estos voluntarios, Truyol también remarcó que la situación en el centro de protección animal de Son Reus sigue siendo complicada debido al gran número de animales que llegan.

En su nota, Cort recordó que en http://adopta.palma.cat se puede consultar el listado de animales que están en espera de ser adoptados.

Multas y obligaciones

Mientras, la concejalía de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal sigue trabajando en el borrador de la nueva ordenanza de animales de compañía, que incluirá sanciones más elevadas y cuya cuantía aún debe aprobarse.

"El espíritu de la ordenanza es proteger los derechos de los animales, evitando el maltrato, y mejorar la convivencia de los animales en el entorno urbano (tenencia responsable). Las sanciones son uno de los instrumentos de la ordenanza para evitar las conductas incívicas o el maltrato", explicó ayer Josep Maria Rigo, coordinador de este área municipal.

Al igual que han aprobado otras ciudades, la normativa recogerá la obligación para los dueños de canes de diluir con agua el orín, para paliar los efectos de estas micciones en la calle.