La Autoridad Portuaria divulgó ayer las imágenes del proyecto ganador publicado en exclusiva por Diario de Mallorca. Rambla de mar es el lema que define el proyecto que los arquitectos Pere Rabassa y Toni Forteza, junto al ingeniero Toni Ramis, proponen para la remodelación urbanística del Contramuelle-Mollet, conocido como Puerto de Palma. Su propuesta ha sido elegida en el concurso de ideas licitado por la Autoridad Portuaria de Balears, a falta de la firma definitiva que plasme la decisión del jurado.

El objetivo de esta obra es "reordenar la zona del puerto" bajo una premisa irrenunciable: "Integrar el puerto en la ciudad, que sea de disfrute tanto de los residentes como de los usuarios y los visitantes".

Estos dos arquitectos colaboran en la actual remodelación del colegio de notarios. Completa el equipo redactor del proyecto seleccionado el ingeniero Toni Ramis. El primer premio está dotado con 20.000 euros.

De acuerdo a las bases de este concurso, que fue aprobado el pasado mes de junio, se le da una vuelta de tuerca a la zona gracias al esponjamiento de la misma. Ya se habían derribado un par de edificios y está a la espera la demolición de un tercero que despeje por completo la plaza del oratorio de Sant Elm. De este modo la capilla del siglo XIV será más visible y recuperará su importancia.

El lema no es baladí. Rambla de mar atiende a una de las premisas del certamen: "Ganar metros para el peatón de modo que se facilite su conexión con el mar".

En un terreno marinero y náutico cien por cien, en un emplazamiento histórico -frente al Baluard de Sant Pere, muy cerca de la Lonja de Guillem Sagrera, que precisamente rehabilitó años atrás Pere Rabassa-, el proyecto elegido, según fuentes municipales, ha liberado espacio como el de los astilleros, apretados de manera incomprensible en una zona histórica, para convertir el lugar en un largo paseo con palmeras que desembocarán en una gran plaza que da acceso al Club Náutico.

Museo Marítimo

Una de las actuaciones previstas en el certamen es la construcción del futuro Museo Marítimo de Mallorca, una vindicación siempre aplazada y que la APB apoya por completo. Se ubicará en la parcela donde ahora están los astilleros, cuya actividad se trasladará a otro lugar del puerto, manteniendo el cantil de los muelles.

El proyecto debe contemplar un nuevo edificio para la lonja de pescadores. Y en atención al "carácter emblemático de la estampa del puerto", se respetarán los arcos de la fachada del Muelle de pescadores.