El ayuntamiento de Palma reanudó el miércoles por la tarde, tras los disturbios, los derribos en Son Banya sin haber retirado previamente la uralita de las casas. La empresa subcontratada, Adalmo, confirmó que había abandonado el poblado a las once de la mañana, debido a los altercados con los vecinosaltercados con los vecinos, llevándose a todo su equipo, y que pese a la petición del consistorio, ese día no regresó a las obras. Así que la pala de la excavadora arrasó con las casas y con los tejados sin haber quitado las placas de fibrocemento, material que por su alto riesgo tóxico solo puede manejar una empresa especializada.

El pasado miércoles por la mañana, los vecinos de Son Banya lanzaron piedras a los trabajadores y se enfrentaron a los técnicos municipaleslanzaron piedras a los trabajadores y se enfrentaron a los técnicos municipales, por lo que los derribos se suspendieron. Según ha podido saber este diario, la decisión de retomar las obras fue del área de Infraestructuras, incumpliendo el plan de trabajo en Son Banya, que establece que debe ser Adalmo la que retire la uralita de las más de 40 casas a eliminar en este año, como lleva haciendo en el poblado desde 2009.

Ahora, la dirección general de Salud Laboral del Govern está verificando ese plan de trabajo con el Ayuntamiento y con la empresa. Y mientras dure esta comprobación, no se podrá retirar más amianto en el poblado, confirmaron ayer fuentes oficiales.

Respecto a las obras en marcha, ayer por la mañana, los operarios de Adalmo ya habían regresado a Son Banya para continuar con su trabajo y por la tarde el consistorio informó de que había finalizado el derribo de las tres casas de esta semana.

Sin respuesta clara

En relación a quién ordenó y llevó a cabo la destrucción de la uralita el miércoles por la tarde, por parte del Ayuntamiento se aseguró ayer que, tras los disturbios de la mañana y de haber suspendido temporalmente las obras, se había avisado a las empresas, Vitrac y Adalmo, subcontratada para la retirada de amianto, de que podían volver al trabajo. Esa llamada sí se produjo, pero lo que Cort obvió ayer es que los responsables de Adalmo comunicaron a los técnicos municipales que esa tarde su personal no iba a regresar, confirmó un portavoz de la empresa.

El amianto es considerado un material tóxico por inhalación y cancerígeno de categoría 1, por lo que solo una empresa especializada puede manejarlo. Los trabajadores de Adalmo se enfundan trajes especiales y máscaras cada vez que intervienen en alguna de las casas de Son Banya.

Las placas que van retirando manualmente las almacenan en un contenedor específico y se las llevan para su posterior tratamiento. Esta imagen habitual desde el inicio de los derribos choca con la de la pala de la excavadora destruyendo tejados que el propio Ayuntamiento distribuyó el miércoles.

Cabe recordar que los desalojos y derribos de Son Banya se retrasaron hasta que el Ayuntamiento hubo adjudicado por más de 400.000 euros el contrato de las obras a empresas especializadas, precisamente por la presencia de amianto en las chabolas.