El Ayuntamiento destruyó la uralita de las casas de Son Banya por la urgencia de acabar las obras.
La primera respuesta de Cort sobre el incumplimiento de las normas de retirada de la uralita, material de alto riesgo para la salud, el pasado miércoles por la tarde, como ha publicado este diario, es que se actuó según el protocolo necesario y en unas circunstancias excepcionales.
Cabe recordar que tras los altercados con los vecinos, la empresa especializada y contratada para la retirada de la uralita, Adalmo, abandonó Son Banya y ya no regresó ese día. Pese a su ausencia, Cort dio orden de reanudar los derribos, que se llevaron a cabo con una excavadora que destruyó las casetas, incluidas las placas de fibrocemento.
La dirección general de Salud Laboral continúa estudiando el plan de trabajo de Son Banya y ha pedido explicaciones a Cort y a Adalmo sobre cómo se actuó el pasado miércoles.
