Los vecinos del barrio palmesano del Puig de Sant Pere han denunciado al Ayuntamiento de Palma la mala imagen que ofrece el mercadillo que se instala en el Paseo Sagrera.

Se quejan principalmente de que en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, donde se encuentra sa Llonja, el Consolat de Mar, el lienzo de muralla renacentista y un paseo de palmares con ejemplares de más de un siglo, se instala durante tres veces por semana un mercadillo que rompe completamente con la imagen del conjunto histórico artístico, y que además destaca por el caótico y desordenado montaje de sus casetas y expositores, sin la mínima uniformidad y en medio de un desorden general al que se añade suciedad, basuras y desperdicios por el suelo, telas de todo tipo colgadas de las palmeras, comerciantes cocinando en medio del caos en bombonas de butano e incluso dos baños portátiles situados entre el Consolat de Mar y la estatua dedicada a Rubén Dario que reparten sus malos olores por la zona.

Añaden los residentes, que trasladaron sus quejas la semana pasada al alcalde Noguera, que el Paseo Sagrera, como la zona emblemática de gran valor patrimonial que es, debería contar con una mayor protección por parte del consistorio.