En Ciutat Jardí, al lado del torrent Gros, desde donde brotan vertidos de aguas sucias se han dado cita medio centenar de personas para iniciar la manifestación que reclama "responsabilidades" al Ayuntamiento. Con el lema "Volem platges netes, no contaminades", los convocantes Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma le lanzaban el guante a Cort.

"Que hagan algo. ¡Estamos cansados de salir en la prensa extranjera con esta vergüenza de playas cerradas en plena temporada!", clama Miquel Obrador, presidente de la entidad convocante.

La marcha, que ha sido tachada de partidista y calificada de oportunista por grupos ecologistas como el Gob y Terraferida, ha contado entre sus primeros participantes con Marga Durán, portavoz del PP en Palma.

"No es una manifestación política. Es la protesta de los vecinos, de los comerciantes de la zona, de los restauradores, que han visto perjudicados sus negocios por el cierre de las playas", ha indicado Obrador. A lo que ha añadido "¡si hasta Neus Truyol reconocía que estaba indignada, tanto como los vecinos".

Los convocantes han hablado de que las playas del litoral de Palma han estado cerradas en diez ocasiones, sin embargo, el número es mayor, ya que desde mayo entre Can Pere Antoni y Ciutat Jardí ha ondeado la bandera roja en 13 ocasiones. Los vertidos de aguas fecales y suciedad es una constante cuando hay precipitaciones intensas puesto que las canalizaciones actuales de Emaya son insuficientes. La actual depuradora es obsoleta y no puede absorver la cantidad de aguas de lluvia y las residuales que caen en los días de fuertes lluvias.

Los manifestantes van a concluir su marcha en la plaza de Cort, tras enfilar Molinar, Portixol, Can Pere Antoni, Avenidas, plaza de España y plaza Major, donde se leerá un manifiesto.