Cort insta al propietario de un negocio situado en la calle Caputxines, en un lateral de Can Fuster, a que elimine la pintura "de un color disonante" ya que es una infracción grave al tratarse de un edificio catalogado.

El Ayuntamiento da respuesta así a la denuncia que el pasado mes de junio hizo Arca ante un reclamo publicitario que a todas luces incumple la ley de patrimonio en cuanto a la gama de colores que deben tener las fachadas en edificios catalogados en Palma.

"Esta pintada y sus dos carteles de propaganda incumplen la normativa de tratamiento de fachadas del Centro Histórico y por tanto, desde Cort, lo consideran una infracción urbanística muy grave", indican desde la entidad que vela por el patrimonio.

Cort ha pedido a los propietarios del negocio que restablezca la parte de la fachada de Can Fuster que colorearon de un amarillo intenso.

Can Fuster es un casal del siglo XVIII.