El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma ha reculado en sus pretensiones iniciales y, tras las protestas y presiones de los comerciantes, ha decidido adelantar el encendido de las luces de Navidad al jueves, día 22 de noviembre, con el fin de que, en la jornada de promoción comercial denominada Black Friday o Viernes Negro, que se realiza el día siguiente, las luces ya estén encendidas.

Se repite de esta forma en esta edición la misma polémica que el año pasado, cuando la concejalía de Participación Ciudadana, que dirige Eva Frade, decidió que el encendido de luces navideñas no coincidiera con el inicio de la jornada de promoción comercial.

Se adujeron motivos de seguridad y por la necesidad de no provocar aglomeraciones excesivas de personas en el centro. Con los comerciantes se alcanzó un acuerdo en el sentido de que se mantendría el encendido un día distinto al Viernes Negro, pero que se realizaría antes, para que este día la ornamentación navideña ya luciera en las calles y barriadas de la ciudad.

Esta decisión, no obstante, supuso que el encendido se realizó en jueves, como ocurrirá este año si no se modifica de nuevo la fecha, con los inconvenientes que ello supone debido a que el día siguiente, viernes, es laborable y los niños tienen clase. De esta forma se impedía el disfrute del encendido a buena parte de la población infantil.

Este año, además, habrá otro cambio, puesto que los mercadillos de Navidad y Reyes también adelantan una semana su apertura. Lo harán el miércoles día 21 de noviembre, un día antes del encendido de las luces y dos del Black Friday.