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Las obras del Club de Mar se inician con su apertura al paseo Marítimo

Comenzarán este otoño con la eliminación de la valla de separación y la ampliación del espacio para peatones y ciclistas - La construcción del edificio de aparcamientos empezará en enero

Las obras del Club de Mar se inician con su apertura al paseo Marítimo

La transformación del Club de Mar empezará este otoño con la apertura de las instalaciones al paseo Marítimo. La conexión se iniciará con la retirada de la valla metálica que separa el recinto de la acera a lo largo de 600 metros y su sustitución por una hilera de setos. La zona exterior se dotará de arbolado para dar continuidad al paseo. Como el tramo lindante a las instalaciones se estrecha, parte del límite de la parcela del Club de Mar se cederá a la ciudad con el fin de ampliar la anchura y que haya espacio suficiente para los peatones y ciclistas. Y hay un guiño al paseo más emblemático de Ciutat, el de Dalt Murada, ya que el pavimento será el mismo que los característicos adoquines diseñados por Elías Torres.

"El proyecto pretende suavizar la línea divisoria, que sea amable y abierta, porque ahora se parece a un recinto industrial aislado del resto de Palma", compara el autor, César Jiménez de Tejada, junto con María Hurtado de Mendoza. Ambos arquitectos del estudio Entresitio y el paisajista Álvaro de la Rosa remodelarán totalmente los 45.000 metros cuadrados de superficie en tierra del Club con unas obras que durarán cuatro años, repartidas en cuatro fases durante la temporada baja y en las que se invertirán alrededor de 50 millones de euros.

El paseo Marítimo se conectará con las instalaciones náuticas a través de una rampa que llevará al interior de la marina y permitirá además traspasarla para llegar a los muelles de los cruceros. Esta "permeabilidad", en palabras del arquitecto, "pretende recuperar la relación entre el litoral de levante y el de poniente hasta Portopí". "Habrá un tránsito público a dos niveles -añade-, debido a que la calzada exterior se eleva media planta sobre el nivel del Club, lo que posibilita el desdoblamiento del Marítimo con otra rampa" a partir del punto donde comienza el recinto privado.

Sin embargo, la remodelación de esta zona interior no será una realidad hasta dentro de dos años, cuando se construya el inmueble que sustituirá a las edificaciones actuales, que datan de 1972. El proyecto arquitectónico "es como los dedos de una mano, el vacío se adentra, el paseo penetra en la primera planta y, aunque parece que hay varios edificios, solo es uno principal atravesado por el espacio público a varias alturas", describe Jiménez de Tejada.

115 plazas de parking

A partir de enero del próximo año se levantará otro inmueble junto a la entrada al Club de Mar para albergar 115 plazas de aparcamiento repartidas en dos plantas (baja y primera) y una tercera que será para la discoteca del recinto. En una parte de este solar se ubica ahora una pequeña construcción destinada a escuela infantil, que también será derribada. Las obras concluirán antes del inicio de la temporada turística.

En invierno comienza además la ampliación del muelle siete y la creación de uno nuevo, el ocho, un proyecto que permitirá que amarren barcos de 50 metros de eslora. Cuando estén terminados, "servirán para trasladar de forma temporal las embarcaciones de los pantalanes existentes para ir dejándolos vacíos y acometer su reforma integral". Esta segunda actuación en el espejo de agua se desarrollará durante la siguiente temporada baja, tal como detalla el autor del proyecto.

Dichas obras convivirán con las del nuevo edificio principal, que se iniciará por el tramo del actual hangar, objeto de demolición, y seguirá hacia el inmueble social de los años 70. Cuando la zona de administración esté construida, trasladarán las actuales oficinas para poder derribar la edificación más próxima al paseo Marítimo. La primera parte de la nueva sede se prolongará a lo largo de 2020 y 2021, y el último año se acometerá el resto del proyecto.

Los jardines verticales, la seña de identidad del nuevo Club de Mar

El futuro Club de Mar contará con varios jardines verticales, que se convertirán en una de sus señas de identidad. "Se usará el sistema Babylon de Vivers Ter, tanto en fachadas opacas como en transparentes, entre ellas la del aparcamiento, en el que las trepadoras subirán por cables", indica el paisajista del proyecto, Álvaro de la Rosa.

Las paredes vegetales no solo tendrán una finalidad estética, sino también térmica, añade quien apostará por la jardinería "mediterránea, autóctona, pero con un enfoque muy actual, con vegetación no muy vista". Esta novedad también se extenderá a las cubiertas, donde plantea "unas praderas silvestres muy atractivas, que se verán desde el exterior y el interior".

También proyecta "casi una obra de Land Art" en el muro que separa el Club de Mar del paseo Marítimo, ya que tendrá "un gran colorido en sus 600 metros de longitud que verán los barcos" amarrados en los pantalanes y los paseantes del futuro vial.

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