El Institut Municipal de l'Esport (IME) contratará un servicio de vigilancia para que controle el nuevo polideportivo de Son Ferragut, conocido como el de Son Oliva, después de que el edificio haya sufrido pintadas, tal como han denunciado los vecinos.

Fuentes del IME confirmaron que la contratación de vigilancia se trata de una solución provisional, hasta que se instale un cerramiento y una alarma. Pero estas medidas de seguridad no pueden afrontarse de momento ya que el edificio todavía no ha sido recepcionado por el Ayuntamiento, pese a estar acabado.

El polideportivo no cuenta con los suministros de agua y electricidad, ya que la junta de compensación de la zona debe autorizarlos, indicaron ayer las mismas fuentes municipales.

Este polideportivo no es lo único que está a la espera de que el Ayuntamiento recepcione las obras. El cercano parque de Son Oliva también permanece cerrado desde 2015, cuando el por entonces alcalde y hoy regidor de Urbanismo, José Hila, lo inauguró para después clausurarlo. El terreno todavía pertenece a la sociedad de gestión de activos bancarios (Sareb), que se hizo cargo de él tras la quiebra de la empresa promotora.

A raíz de la publicación de las fotografías del polideportivo, el Colectivo Palma Verde indicó ayer que el pasado mes de abril ya había alertado a la regidora de Deportes, Susanna Moll, de que "la estructura del edificio corría peligro de actos vandálicos". También le propuso utilizar vegetación trepadora, tapizante y colgante para cubrir los muros. A su propuesta, Moll respondió que debían esperar a recepcionar la obra, cosa que aún no se ha producido.