"Es un coste muy importante y difícil, porque tenemos que pensar que todas estas intervenciones lo que hacen es repercutir más en el cambio climático, cuanto más gastemos en electricidad, más contribuiremos al cambio climático". Así respondió ayer la regidora de Educación, Susanna Moll, a la pregunta de si se prevén mejoras en las escoletes municipales, después de la queja de algunos padres del centro Ciutat Antiga.

Moll comentó que pretende encargar un estudio climático de todos los centros municipales "para saber dónde priorizar".

La intervención que sí está decidida y prevista es la de la escoleta del Molinar, edificio relativamente nuevo, pero que "tiene mucho vidrio y está muy expuesto" al sol, explicó la regidora.

Susanna Moll confía en tener hecho este estudio sobre necesidades de climatización en esta legislatura, al igual que la intervención en el Molinar.

Para más adelante quedará pendiente el resto de actuaciones. "Se miraría qué intervenciones se pueden hacer y en qué escuelas", añadió la responsable de los centros de 0 a 3 años.

En cuanto a las quejas de los padres de la escoleta Ciutat Antiga, Moll comentó que los denunciantes habían sido unos "muy pocos", ocho padres, y que la gran mayoría "entiende que es una cuestión puntual, de una ola de calor, que nos ha afectado a toda Europa este verano". A modo de ejemplo, la concejala mencionó que en Alemania la ola de calor también les había afectado y tampoco tienen aires acondicionados "porque no están acostumbrados".

La regidora añadió que "un tema tan puntual es difícil atacarlo en pocos días" y recordó que para combatir el calor se habían repartido unos 30 ventiladores y dos aires acondicionados portátiles, "cosa que no tenían antes".