? Unas 60 personas trabajan por turnos en las depuradoras del Coll d'en Rabassa y Sant Jordi, ya que el tratamiento de aguas no se interrumpe nunca, explica uno de los operadores, Joan Lluís Vives. En la EDAR II, los trabajadores aseguran estar acostumbrados al hedor que desprende el agua sucia y los residuos que se van eliminando en las distintas fases de depuración. Parte del agua sin depurar, unos 20.000 metros cúbicos, se envía diariamente desde el Coll a Sant Jordi, junto con el lodo del que se obtiene biogás para motores de cogeneración. 1 Tanques de depuración biológica, donde las bacterias eliminan los restos orgánicos del agua, tras una primera depuración. f b. ramon 2 Joan Lluís Vives, trabajador de la depuradora del Coll, explica el ciclo que sigue el agua. f b. ramon 3 A diario se reparan piezas de las canalizaciones. f B. Ramon 4 Restos de toallitas y otros desperdicios en los tamices. f B. Ramon